Las trabajadoras del 010 y de atención ciudadana de los centros cívicos de Gasteiz recrearon ayer con sus cuerpos, en el suelo de la Plaza Nueva, el número 50 para simbolizar los días que llevan en huelga.

Veintitrés de las cuarenta personas que prestan este servicio subcontratado por el Ayuntamiento iniciaron el pasado 19 de noviembre una huelga indefinida en protesta por la decisión del Gobierno municipal de reformar este servicio y eliminar 20 de los 32 puestos de trabajo. Karmele Mendiguren, una de las trabajadoras, criticó al término de la protesta que el Ayuntamiento haya tomado la decisión de forma «oscura y por detrás», a pesar de que los trabajadores siempre han propuesto dialogar.

Mendiguren lamentó que todavía no hayan recibido ninguna solución por parte del consistorio y recalcó que, pese a ello, los trabajadores están «deseando volver a trabajar».

Además del mosaico realizado por la mañana, por la tarde formaron una «alfombra humana» frente a la oficina de atención ciudadana de la calle Olaguibel, donde trabajan las compañeras que no han secundado la huelga.

Además, cada día de esta semana recrearán a mediodía con sus cuerpos en distintos puntos de la ciudad la cifra correspondiente a los días que llevan en huelga.

Emplazamiento de Bildu

Bildu, por su parte, reclamó al alcalde de Gasteiz, Javier Maroto (PP), que no ejecute los despidos y denunció su actitud por no querer dialogar con los trabajadores en huelga.

La coalición, a través de un comunicado, denunció que el plan del gabinete de Maroto «es un ejemplo más de su pésima gestión». En referencia a la huelga de las trabajadoras del 010, destacó que «ya son 50 días haciendo frente a la soberbia» del alcalde de Gasteiz, al que reclamó que «dé marcha atrás inmediatamente».

Según Bildu, «el plan de Maroto tiene el único propósito de despedir personal» y reprochó al gobierno municipal que «incluso en la empresa privada se está llegando acuerdos con los trabajadores, mientras que en una institución como el Ayuntamiento gasteiztarra, el alcalde ni tan siquiera recibe a los trabajadores en huelga».