Raimundo Fitero
Destemplados
Se acabó. Se acabaron las lucecitas, los soniquetes y solamente nos queda la penitencia de las rebajas. Pero el monstruo nos sigue proporcionando material para mantener el cuerpo y la mente destemplados. Lo de ilustrar con una imagen del tenista Rafael Nadal la noticia sobre el premio literario que concede la editorial Destino, que se conoce como el Nadal, es de premio. Se trata de una televisión pública que está en pleno desmontaje. Es un fallo humano, eso está claro, pero es también un síntoma de su falta de cuidado, de ausencia de rigor, consecuencia de ir desmontando redacciones, equipos, de ir mermando capacidades operativas. Es un detalle feo. Una muestra de la ausencia de tono cultural existente en el ente, en los medios, y en este caso en TVE, una cadena perdida y desmotivada, que acabará siendo una inutilidad que retransmite corridas de toros y solamente tiene interés por los deportes.
Pues resulta que los ganadores del Nadal y del Josep Pla para novelas en catalán son dos periodistas. Y en las novelas se acercan a temas como la radio y las series televisivas. Curiosa situación, una profesión desmoralizada y obstruida para sus funciones periodísticas esenciales, pero que algunos de sus miembros van ocupando un lugar en el parnaso de las letras. Recuérdese que la finalista del Planeta era otra periodista, además de TVE. Todo puede ser fruto de la actual tendencia a introducir tanta ficción en las noticias, a inventarse tantas historias para cumplir con los objetivos marcados por las direcciones. Vive el periodismo al borde de la cuentería y las leyendas. O la manipulación total.
He escuchado en la mañana de la SER una entrega sobre Venezuela, vergonzante. Denigrante, una auténtica asquerosidad intoxicadora que ni las tonterías de Boris Izaguirre puede aliviar. Solamente han hablado contrarios acérrimos a Chávez, entre ellos Iñaki Anasagasti. Ni una sola voz que hablase medianamente a favor del poder instituido por las urnas. Actúan con el parapeto de periodistas u opinadores, pero son golpistas en ciernes. Sobre la enfermedad de Chávez, la situación institucional en Venezuela, alguna vez sabremos algo de la verdad.