Fuentes cercanas a la investigación del ataque al consulado de EEUU en Bengasi aseguran temer las represalias por parte del yihadismo islamista

«Los investigadores locales temen ser secuestrados por los grupos extremistas implicados en el affaire», que costó la cida al embajador y a varios miembros de la CIA el 11 de setiembre de 2012, aseguran fuentes policiales. El temor coincide con el incremento de atentados mortales contra militares y jefes policiales en el este del país.

El caso ha sido trasladado de Bengasi a un juzgado de Trípoli. Pero el Gobierno tiene prisa porque teme injerencias de EEUU como la que se registró en Túnez, cuando el FBI intentó interrogar a un sospechoso.

Todo apunta a que los atentados no solo son obra de yihadistas islamistas. El líder de un grupo salafista libio, Salem Abu Jattala, denunció ayer un intento de atentado con bomba contra él que se saldó con la muerte de un sospechoso de poner una bomba en el coche de su hermano.

Para completar el panorama, la coalición liberal ha decidido boicotear las sesiones de la Asamblea Nacional para denunciar el bloqueo político y la creciente inseguridad en el país africano.