Aurore Martin cree que fue entregada para «mostrar que no habrá institución vasca»
Aurore Martin ha realizado sus primeras declaraciones tras ser liberada bajo fianza el 22 de diciembre a la agencia France Presse. Cree que su entrega fue una «decisión gubernamental» en un «contexto político particular» y que está libre «gracias a la gran movilización» habida.
GARA | BAIONA
En una entrevista concedida ayer a la agencia France Press (AFP), Aurore Martin declara estar convencida de la implicación directa del Gobierno francés en su entrega a Madrid a pesar de que este siempre ha sostenido que se trataba de una decisión judicial en la que el Gobierno no tuvo nada que ver. Para Martin, «más allá de la mano de Valls, está la mano del propio gobierno. Se trata de una decisión gubernamental».
La militante abertzale considera que dicha decisión se da en un «contexto político particular» e interpreta que se trata de una «señal para hacernos comprender que Ipar Euskal Herria no logrará nada» en referencia a la demanda de una Colectividad Territorial Específica (CTE).
Tras varios meses de debate en el seno del Consejo de Electos, el planteamieno de una estructura de ese tipo que englobara los tres territorios vascos ha concitado un consenso inédito entre la mayoría de electos. «La cuestión institucional es el debate que colma el vaso» estima la zuberotarra añadiendo que a través suyo -«o de otros»- el objetivo de París era «hacer presión» para contrarrestar la fuerza que está tomando la reivindicación de una CTE.
Es de destacar que el arresto y posterior entrega de la militante vasca se dio a los dos días de de las contundentes declaraciones realizadas en el diario «El País» por el ministro de Interior, Manuel Valls, en las que, además de felicitarse por la detención de dos presuntos miembros de ETA en el Estado francés, aseguraba que no habría «una región vasca» en su territorio.
Martin se dice «dispuesta a creer» que la aplicación de la euroorden avalada definitivamente por la Justicia francesa en 2010 se hace «de juez a juez» pero apostilla que «decisiones como esta no se toman sin medir las consecuencias».
Demasiado organizado
De hecho, la zuberotarra de 34 años pensó en un primer momento que fue objeto de un control de tráfico rutinario pero, una vez identificada y arrestada por la Gendarmería, la celeridad con la que se organizó y ejecutó su entrega a Madrid evidencia que hubo una decisión manifiesta de hacerlo: «Cuando llegué al control de tráfico, que es lo que me pareció que era, creí que se trataba de una detención sin más. Fuí detenida a las 16.00 en Maule y para las 21.00 estaba ya en la frontera de Behobia y eso que, entre tanto, había pasado por Pau. Para algo fortuito, me pareció que todo estaba muy organizado».
Trasladada la misma noche a Madrid por la Guardia Civil, Martin fue presentada el 2 de noviembre ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que ordenó su ingreso en prisión tras imputarle un delito de «integración en organización terrorista» por su pertenencia a Batasuna. La militante abertzale asegura en la entrevista que no estuvo «más que cinco minutos ante el juez» y que se «negó a responder a sus preguntas».
Movilización impresionante
Martin, que abandonó la cárcel madrileña de Soto del Real el pasado 22 de diciembre, considera que su liberación se debe a la «fuerte movilización»: «Es impresionante constatar que con la movilización se consiga doblegar a dos estados».
Preguntada por sus actividades políticas, la militante asegura a AFP que «no se arrepiente» de ellas. Enmarca la disolución de Batasuna, anunciada hace unos días en Baiona, en el «fin de un ciclo», antes de insistir en que lo que se está buscando es «una salida política». «El ejercicio que debemos hacer es el del derecho de autodeterminación. Ese es el principal reto» finaliza.
Se trata de las primeras declaraciones públicas realizadas por la militante después de ser puesta en libertad condicional tras abonar una fianza de 15.000 euros. Decenas de personas respondieron al llamamiento de Batasuna e hicieron su aportación económica al pago de dicha fianza. Martin reside en Ipar Euskal Herria pero debe presentarse periódicamente en una comisaría española.
Aurore Martin está convencida de que «tras la mano de Valls está la del propio Gobierno francés». Aun admitiendo que quizás su detención no estuviese programada, asegura que la decisión de entregarla a Madrid «fue una decisión gubernamental».
La militante abertzale cree que con su entrega el Gobierno de París pretendía contrarrestar la fuerza que está adquiriendo la demanda de una institución propia para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa.