Es muy conocida y cuenta con muchos seguidores la cita de William Randolph Hearst «no permitas que la realidad te estropee un buen titular».

La semana pasada, «La Razón» titulaba una información sobre el masivo y variado apoyo a la manifestación del próximo sábado en Bilbo «Un payaso y un futbolista, entre los intelectuales que apoyan a los presos de ETA», lo cual no merece mayor comentario. Tampoco lo merece este otro que ayer ofrecía el `Submarino' de ese mismo diario: «La ciencia peligra en Cataluña». Se refería a «los grandes científicos catalanes, todos ellos en vanguardia de la investigación oncológica». Al parecer, quienes investigan en cualquier otra rama o disciplina no pueden ser grandes científicos. El caso es que, según «La Razón», «han vuelto a casa por Navidad y ven con honda preocupación la deriva soberanista», y es que «Representan a multinacionales norteamericanas de enorme importancia que, a tenor de los acontecimientos, ya no piensan invertir en Cataluña». Y afirmaba que el «poder científico de esta tierra era enorme, y ahora va a la deriva». En fin.

Algo parecido ocurría con la flecha hacia abajo que dedicaba ese diario a la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria, por haber respondido a la petición del delegado del Gobierno español de que evite el nombramiento como senador de Iñaki Goioaga «poco menos que Eneko (sic) Goioaga es una persona ejemplar». No será servidora quien diga que no lo es pero, según la propia información de «La Razón», lo que Tejeria respondió fue «que la candidatura de Goioaga `puede gustar a unos más que a otros' pero que éste será senador si obtiene los votos y no es incompatible».

Acerca de ese asunto, «El Mundo» titulaba en primera: «El PP presiona para impedir que sea senador el `comisario político de ETA'». Y en páginas interiores reconocía las «mínimas» posibilidades de que Goioaga no acceda al Senado, «en primer lugar, porque no parece incurrir en ninguna de las incompatibilidades (...). Sólo quedarían por revisar sus intereses mercantiles». Y además «porque, como reconoce el propio Urquijo, no pesa sobre él inhabilitación penal alguna para el ejercicio de cargo público». Pero para «El Mundo» lo que digan los tribunales y las leyes, que en otros casos están por encima de todo, hasta de la justicia, en este caso no tienen el valor de lo que afirmó «un ex etarra arrepentido». Por tanto, «el comisario político de ETA» será senador.