El viceministro de Salud iraní asegura que 4.460 personas murieron en Teherán por problemas ligados con la contaminación en los primeros nueve meses del año pasado, según la BBC. La polución en la capital iraní, un problema que sufre habitualmente, pero sobre todo en los días secos de invierno, ha alcanzado un nivel preocupante en los últimos días y el pasado sábado obligó a cerrar escuelas, universidades y administraciones por segunda vez en un mes, ya que el 3 de diciembre el Ministerio de Salud llegó a aconsejar a los habitantes de Teherán dejar la ciudad. El gobernador de Teherán, Morteza Tamadon, añadió que se suspendieron todas las actividades deportivas hasta la semana próxima. Las autoridades han impuesto estrictas regulaciones de tráfico y los servicios de urgencia han aconsejado evitar desplazamientos innecesarios. En los últimos diez días una densa niebla marrón cubre diez ciudades iraníes y los ciudadanos deben usar mascarillas, lo que no ha evitado que ojos llorosos y gargantas irritadas por las partículas tóxicas, y que los hospitales hayan incrementado los ingresos por problemas respiratorios.