
La excepci�n del excepcional Alfonso Sastre
Carlos GIL Cr�tico teatral
Lamentablemente, es una excepci�n que una obra de Alfonso Sastre suba a nuestros escenarios. Sus visitas son tan salteadas, que parecer�a que se trata de un extra�o a la escena vasca, incluso estatal, y resulta que es un autor excepcional en cuanto miramos el conjunto de su extensa obra dram�tica, literaria, de ensayo o po�tica.
Los que debemos trastear con las obras, las ediciones, siempre nos ha parecido excepcional la capacidad de Alfonso para distanciarse de su trabajo y nos encontramos en las ediciones de sus obras en la Editorial Hiru con unos pr�logos que en muchas ocasiones son de una lucidez pasmosa, una suerte de gu�a para directores, de orientaciones en la noche para los analistas y de una cercan�a casi f�sica con el lector. Es decir, los pr�logos son piezas literarias, ensayos, de incalculable valor.
Digo lo anterior porque esta obra que ahora nos llega, �Lluvia de �ngeles sobre Par�s�, forma parte de otra excepci�n, ya que la escribi� en apenas veinte d�as del 15 de enero al 11 de febrero de 1994, debiendo retrasar para ello una intervenci�n quir�rgica de cierta entidad, y pensando que era su testamento comercial: �se trataba de dejar una obra que pudiera procurar alg�n dinero a mi familia; tal fue mi �nimo al escribirla�.
Adem�s lo hac�a incumpliendo la decisi�n que tom� tras escribir ��D�nde est�s Ulalume, d�nde est�s?�, de no volver a escribir para la escena, y como coartada se invent� una obra hom�nima de un autor canadiense y Alfonso se presentaba como traductor, con sus notas ad hoc y toda una biograf�a del autor de apellido Dorcachon y un periplo de la obra con sus �xitos y traducciones por medio mundo. Parece un sarcasmo el buen sentido del humor que manten�a Alfonso, cuando su coraz�n le estaba reclamando una atenci�n quir�rgica grave.
Y otra excepci�n, en una nota de obligada inserci�n en la primera edici�n reconoc�a que hab�a incumplido su decisi�n, pero que lo hab�a hecho �fuera de mi producci�n, ya que nunca antes hab�a hecho una comedia y menos una comedia `na�ve', una sinfon�a tonta�. Y adem�s, dada su precaria situaci�n econ�mica, la iba a presentar al Premio Lope de Vega, �que me importa un pimiento pero est� dotado con dos millones pesetas�.
Nos llega esta obra at�pica de Alfonso Sastre de la mano de otro veterano, de otro hombre comprometido con la escena Antonio Malonda. Esperemos que con tanta excepci�n, sea un reencuentro excepcional. Los ingredientes as� lo anuncian.