No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta de que el debate sobre los residuos está en pleno apogeo en Bergara. Nada más entrar al pueblo, junto a la ITV, se puede leer una pancarta contra la incineradora. De unos balcones cercanos cuelgan bolsas de basura, símbolo desde hace unas semanas de la oposición al puerta a puerta. Ambas imágenes se repiten a lo largo y ancho de la localidad.

El Ayuntamiento, gobernado por Bildu con mayoría absoluta -nueve ediles sobre un total de diecisiete- aboga por la recogida individualizada. Cuenta para ello con el respaldo adicional de los dos ediles de Aralar, para sumar un total de once votos.

La oposición, formada por cinco ediles del PNV y uno del PSE, ha impulsado una campaña en contra junto a la plataforma Bergara Garbia, que afirma haber recogido 4.961 firmas -un tercio del total de habitantes- en favor del quinto contenedor para los orgánicos.

Josu Lazpiur, su portavoz, publicó a principios de diciembre un artículo de opinión en el que defendía que el quinto contenedor es «el método de recogida selectiva de residuos más económico, limpio, y socialmente sostenible», mientras que el puerta a puerta «es mucho más costoso, estéticamente desastroso, con problemas de salubridad y socialmente insostenible».

Lo cierto es que en la cercana Antzuola cumplirán en marzo dos años con el puerta a puerta. EH Bildu de Bergara apuntaba ayer que en el pueblo vecino «no hay ratones ni suciedad. Más del 90% de los residuos urbanos se recogen de manera selectiva, y los costes de recogida y tratamiento son menores».

Representantes de la coalición -entre los cuales estaba Maite Aristegi, diputada de Amaiur en Madrid- comparecieron para exponer la disposición de EH Bildu a consensuar un sistema, siempre y cuando cumpla unos requisitos de porcentajes de reciclaje mínimos.

El Ayuntamiento ya anunció el mes pasado que este enero se pondría en marcha un proceso participativo entre la ciudadanía. «Va a ser un gran reto lograr que participen todas las partes», asumía ayer en la rueda de prensa Ibai Redondo.

Maite Aristegi subrayó que el de los residuos es un problema al que se debe dar una solución que cumpla con la legislación europea y que esté basada en «datos y estudios reales».

Incineradora y cáncer

La diputada de Amaiur mostró su más rotundo rechazo a la incineración, debido a sus riesgos para la salud. En este sentido, mencionó el estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III de Madrid y publicado recientemente en la revista «Environment International».

Dicho análisis concluye que las personas que residen cerca de incineradoras y plantas de tratamiento de residuos peligrosos tienen un mayor riesgo de padecer cáncer. Los investigadores han estudiado 8.098 poblaciones y 129 instalaciones en el Estado español. En cuanto al quinto contenedor, Aristegi lamentó que hasta la fecha no supere porcentajes de recuperación en torno al 35%. «Ojalá funcionara, pero no es así», indicó.

Maritxu Goikoetxea consideró que toda esta polémica obedece al interés del PNV por «mantener los privilegios de una élite económica. Construyendo la incineradora unos pocos harán negocio poniendo en juego la salud de la ciudadanía».

La integrante de la Ejecutiva de Aralar instó a los vecinos y vecinas de Bergara a recabar toda la información posible y a «no caer en las manipulaciones del PNV». Recordó que en Catalunya coinciden en la implantación del puerta a puerta partidos como CiU, ERC, PSC y PP. «¿Si allí asumen que el sistema es bueno, por qué va a ser malo en Gipuzkoa?», se preguntó.