Una reunión con la gerencia de Asegarce sirvió ayer para poner fin, de manera más o menos oficial, a la carrera como pelotari profesional de Jokin Argote. El zaguero de Meagas no dispondrá de ese partido del adiós de casi todos sus compañeros y no lo tendrá porque su mano derecha, esa que lo ha tenido en el dique seco prácticamente durante todo 2012, no se recupera y el pelotari ha dicho basta.

Sin embargo, la decisión no ha sido repentina, sino que era algo que tenía bastante asumido desde finales de verano. Además, asumiendo cuál podía ser el desenlace, Argote decidió abrir nuevas puertas profesionales y, con la dificultad que entraña el mercado laboral, ha encontrado acomodo en una multinacional que fabrica componentes para automoción a diez minutos en coche desde casa, lo que le ha llevado a priorizar esa nueva faceta. De esta manera, aunque el contrato que tenía con Asegarce espiraba en marzo, el guipuzcoano dio por finalizada su carrera profesional como pelotari con unos meses de antelación.

El calvario de Argote comenzó en Navidades de 2011, cuando se lastimó la mano en un partido. Sin llegar a recuperarla del todo, fue inscrito por su empresa en el Parejas de Promoción que comenzó a los pocos días junto al debutante Tainta, pero solo llegó a disputar tres partidos.

«Intenté recuperarla a base de masajes y otras técnicas pero, después de hablarlo con el médico, decidimos infiltrar. Lo hicimos y al principio parecía que la mano se había puesto bastante bien, pude jugar un partido pero al poco tiempo, cuando se pasó el efecto, vi que estaba peor que antes. Desde entonces he hecho miles de pruebas, he andado de aquí para allá a todos los sitios y no he podido recuperar la mano», señaló.

Para la vida normal

Han sido meses muy duros, de diferentes terapias y constantes recaídas que, afortunadamente, no han tenido consecuencias para su vida normal y profesional en todos los ámbitos excepto en la pelota profesional. «Iba al masajista, parecía que estaba un poco mejor, volvía al frontón a probar un poco y enseguida tenía una recaída, así nos sé cuántas veces. Al final, lo que tengo es como una fibrosis y me coge el tendón, se ha quedado como calcificado y no puedo darle a la pelota», explicó.

Pero además del daño físico, también ha sido un periodo muy duro en el aspecto sicológico, hasta el punto de llegar a alejarse de un mundo que había sido su media vida. «Terminé muy quemado con todo esto de la mano, he sufrido mucho y he estado un tiempo desconectado de la pelota. Pero ahora, desde que lo he asimilado, cuando he ido al frontón he sentido envidia sana, pero he vuelto a disfrutar de los partidos que nos están ofreciendo».

El de Meagas ha puesto, de esta manera, el punto final a una carrera profesional que arrancó en 2006 en el Aritzbatalde de Zarautz. En estos seis años, su palmarés recoge dos títulos por Parejas en segunda -2007 y 2008, en ambos casos con Julen Retegi como delantero- y dos subcampeonatos del Cuatro y Medio de Segunda -2007 y 2009-. «El momento más especial para mí fue la primera txapela. Todas las finales, las ganadas y las perdidas, fueron muy bonitas, pero el más especial fue el primer título, porque fue algo que no esperaba. He pasado muy buenos momentos en la pelota, en los años que he estado he disfrutado mucho y me quedo con eso», analizó para GARA a modo de balance.

Argote no es, sin embargo, el único pelotari de Asegarce que está pasando por una situación similar. Pese a la operación a la que fue sometido, la espalda sigue sin permitir al lizartarra Patxi Ruiz regresar a la cancha y es muy probable que el campeón del Manomanista de 2003 esté muy cerca de tomar una decisión similar.