«'Covered' es un disco de versiones y eso nos daba libertad para experimentar»
Voz y bajo de Cobra
Cobra es una de las formaciones más curiosas y singulares de las creadas en Euskal Herria en el último lustro. Con el cine como temática, el blanco y negro como color y el stoner sombrío como estilo musical, el cuarteto presenta mañana en Kafe Antzokia de Bilbo «Covered», un disco en el que reconfiguran «Twin peaks», «The godfather» o «2001: a space odyssey».
Pablo CABEZA | BILBO
Concluida la historia de Evirus69, formación bilbaina de cierta repercusión en la ciudad, David González (en la actualidad bajista en paralelo con Berri Txarrak) y Josu Luengo, guitarra, deciden seguir juntos sin precisar, de momento, un modelo de proyecto. En el calendario se lee 2006.
David y Haritz Lete (batería de Kokein, de Eibar, y vocal en Cobra) se conocen de los días en los que Kokein graba su primer disco (el del escote) en en el local de LT, en 2002, David se había incorporado a LT en sustitución de Txarly Solano ese mismo año. Por momentos , David coincide con las grabaciones de Kokein, tiempo suficiente para que descubra que el batería de Kokein y excantante de Kafha aún siente deseos de cantar.. En el BBK Live de 2006 ambos entablan una pequeña conversación que concluye con una cita en el local de ensayo para escuchar unas demos y Haritz decide de inmediato que quiere ser el vocalista de ese proyecto y comienzan las primeras grabaciones.
¿Donde está el batería? David y Ekain Elorza (Seiurte, Dinero), de Berriz, coinciden grabando el disco "On" de Petti. Rafa Rueda ( LT) es el productor y lleva a David como bajista y a Ekain como batería para grabar el disco. Una noche, entre cervezas y música, David le enseña las demos a Ekain y este se anima a formar parte del grupo, de Cobra, en referencia a la mítica película de acción de los 80 de George P. Cosmatos.
Tras intensos días y noches de grabación nace «The strong arm of the rock» y se comienza a tocar en directo. La historia es compleja: Ekain se ha ido a Madrid, David se ha incorporado a Berri Txarrak, Haritz, vive en Eibar y toca con Kokein y Josu reside en Sopela. Una trama de verdadero cine negro con multitud de sospechosos.
Tras cuarenta conciertos apretados y no sin dificultades de logística, Cobra están con su segundo álbum, «Thriller!», título muy cinematográfico, y, además, consiguen que se lo publique Kaiowas, con buenos tentáculos repartidos por toda la península.
Los directos con Ekain son casi imposibles, Dinero está funcionando, así que no queda más remedio que buscar batería y lo encuentran a la vuelta de la esquina, ¡en Hendaia! Se trata de Iñaki Plaa (exSkunk, PIB AllStars, Opium Du People...). Ahora la pregunta es, ¿por qué llaman o por qué conocen a un batería de Hendaia? El trazo histórico lo tiene Haritz, ya que en su época con el grupo Kafha coinciden en varios conciertos, más aún cuando Iñaki pasa a ser parte de un grupo llamado Demencia. Varios festivales comunes son suficiente para generar un vínculo fuerte de aprecio y amistad, que se une al deseo imaginarios de montar algo conjunto en un futuro. Hubo que esperar más de diez años, pero surgió la ocasión.
Tras la participación en un festival de cine negro en Plentzia, preparan unas versiones cinematográficas. Es el germen de «Covered», el disco que mañana presentan en Kafe Antzokia de Bilbao a partir de las 21.00.
El álbum es original, oscuro como el stoner más plúmbeo. Las revisiones de «Escape from New York», de John Carpenter, «Touch of evil», de Henri Mancini, «Twin peaks», de Angelo Badalamendi, «The godfathers», de Nino Rota y «2001: a space odissey», de Richard Straus, sugieren, ambientan y penetran en el cerebro con la fuerza de un opiáceo.
¿El cine será siempre el telón de fondo de Cobra?
David: De momento parece que sí, siempre que haya alguna película interesante para musicar.
Haritz: Y como pelis hay a montones, parece que irá para largo.
Cabe imaginar un intensa pelea en el proceso de selección.
D: La selección del setlist del disco ha sido lo más complicado. La mayoría de las bandas sonoras de cine suelen ser pasajes sonoros de uno o dos minutos, desarrollos melódicos sin estructuras ni voces, generalmente ambientaciones. Y teníamos claro que queríamos darle una vuelta de tuerca y llevar esos pasajes a nuestro terreno, convirtiéndolas en canciones de rock clásicas con estructuras y líneas de voz.
H: Por eso la selección era muy importante para nosotros: tenían que ser cortes moldeables y eso nos llevo un tiempo y muchas pruebas. Una vez que dimos con la tecla las cosas fueron saliendo por sí solas.
Cabe interpretar que una de las versiones/recreación con las que más se ha habrá disfrutado será la composición de Nino Rota, el resultado es espectacular, ¿pero hubo más de una risa en el estudio al cantar ese trozo en italiano? ¿Alguien tuvo que ser amenazado con expulsión?
H: No hubo risas. Me empollé tan bien la parte en siciliano que pensaron que era el hijo de Don Vito Corleone, ¡Michael Corleone! ¡Se acojonaron y salieron corriendo del estudio! Fue un ejercicio muy interesante.
D: »The godfather» era una de las composiciones candidatas a destrozarla. Era la canción que más se prestaba a ello. «Covered» es un disco de versiones, un capricho en forma de ep [mini cedé] y eso nos daba la libertad de poder experimentar e intentar llevar al grupo un poco más allá... Creo que era la excusa perfecta para intentar completar cosas que no hicimos en nuestro anterior disco («Thriller!»), diferentes sonoridades, registros de voz... Podíamos tomarnos esa licencia y estamos muy contentos del resultado, parece que a la gente le está gustando y eso nos da confianza para un futuro. Sobre la parte en siciliano fue divertido, tenemos un video a dos cámaras de Lete en plena acción grabando las demos. Tal vez algún día lo publiquemos...
H: David, ¿no habíamos quedado en que eso quedaría entre nosotros?
¿Si Nino Rota resucitara creen que pensaría que ahora sí le habían largado al infierno?
D: Si viese el video de Haritz, ¡sí!
H: Bueno, ¡seguro! [Mientras rompe la reverencia pétrea de su barba con una larga sonrisa].
Lo que sí es cierto es que en Twin Peaks, que también ha quedado demoledora, le expulsaron a usted, es instrumenta. ¿No pudo evitarlo ni siquiera con esa voz de hierro arcano?
H: Cada vez que suena en el local o en directo se me ocurren miles de melodías. Algún día quizá haga una cara B de la canción con voz incluida. Pero realmente creo que ha sido un acierto hacerla instrumental.
D: «Twin peaks» fue la única versión que teníamos claro que iba a ir instrumental, creo que era la más indicada para ello. Además no teníamos ningún tema sin voz, así que perfecto. No obstante, no hace falta que el tema sea instrumental para que Haritz proteste, le va el papel.
Aprovechando que están por aquí: ¿Alguna película entre lo mejor y lo peor?
H: La mejor «Redención» (¡Peter Mullan se sale!). La peor, cualquiera de Sandra Bullock.
D: «Shame», de Steve Mcqueen me gustó mucho. Lo peor, todas las películas que se hayan estrenado en 3D.
Imaginar de nuevo estas películas, el momento de cada tema y poder darles la vuelta musical, cabe imaginar que puede ser una experiencia muy gratificante. Es como moldear de nuevo la historia desde dos ángulos, la imagen y la música.
H: Se goza mucho haciendo este tipo de ejercicio, pero también supone un grado de responsabilidad importante. Nosotros estamos muy contentos con el resultado de las canciones, pero seguramente haya gente que crea que las hemos destrozado y maltratado. Esto ha sido, sobre todo, un reto.
¿Alguna de las canciones les pudo llevar a la desesperación por no dar con el encaje adecuado?
H: Instrumentalmente no nos llevó a la desesperación ninguna de ellas; de hecho, no recuerdo ningún tema que nos tuviera atrapados. La base instrumental estaba muy bien definida. En cuanto a la voz, «The godfather» fue la que más nos costó concretar totalmente las melodías. Hicimos varias pruebas en diferentes partes y no paramos hasta que vimos que la combinación nos funcionaba justo en ese punto. Sin más.
Y llega «2001: a space odyssey» y las turbinas a pleno rendimiento. Si Nino Rota hubiese creído estar en el infierno en esa supuesta resurección, qué habría que pensar de la transformación instantánea que sufriría Richard Strauss o el propio Stanley Kubrick .
H: En esta canción combinamos la parte de la BSO de «2001: a space odyssey» con partes creadas por nosotros y veíamos que funcionaba bien el encuentro entre ambos mundos. Si lo escucharan Strauss y Kubrick seguramente se llevarían las manos a la cabeza y, es posible, que querrían matarnos. Pero, vamos, nada que no pudiese arreglarse en la barra de un bar.
¿Qué dos o tres apuestas han quedado a un pelín de ser incluidas en el cedé?
D: Por falta de tiempo no pudimos preparar «A fistful of dollars», de Ennio Morricone (1964). Es una pequeña espinita clavada que se nos ha quedado clavada. Morricone era uno de los grandes que queríamos que estuviera en «Covered». Esperemos que pueda ser más adelante.
Cabe imginar la respuesta por el fornido stoner metal de Cobra, la raíz hundida en el dorso de los setenta, ¿pero la historia se hubiese resentido más sin la existencia de Black Sabbath o de Metallica?
H: Blao Sabbath, sin duda alguna. Fueron, son y serán parte esencial del rock/heavy mundial. Sin Blao Sabbath seguramente no hubiera habido Metallica, pero no es menos cierto que tampoco habría habido Blao Sabbath sin otros antecedentes. Me parece imposible llegar a crear sin estar influenciado por nada.
¿Mañana en el directo se podrán escuchar estas cinco canciones o alguna de ellas está en la nevera?
D: Nos ha costado más de lo que nos imaginábamos, pero hemos conseguido hacer sonar las cinco versiones, así que presentamos al completo el ep en directo. Y habrá más presentaciones, ya tenemos fechas cerradas. Aprovecharemos las oportunidades que tengamos siempre que se pueda. Contacto: LeKlip 945-12.05.25 / 667-51.19.78 (leklip@leklip.net). P. C.