«Las tres erres», o lo que es lo mismo, `reducir, reutilizar y reciclar'. Las dos últimas hablan de darle una segunda vida a los materiales para sacarles el máximo provecho, y es ahí donde se sitúa el compostaje, una técnica con la que se descomponen los residuos orgánicos, y que sirve, entre otras cosas, como abono para jardines y huertas.

A los municipios que ya lo hacen, como Usurbil, Bergara u Orendain, se suman poco a poco otras localidades. Precisamente, la Mancomunidad de Sakana ha viajado este martes hasta la localidad francesa de La Roche-sur-Yon para conocer in situ la efectividad de este sistema que instalaron hace ya diez años atendiendo a la demanda de los propios habitantes.

Aitor Karasatorre y Jon Estonba, presidente e informador de la Mancomunidad, respectivamente, así como Mikel Navarro, técnico de comunicación, comprobaron las características de dos maneras de desarrollar el compostaje comunitario.

Modelos de estudio

El primero de ellos está habilitada en un espacio abierto cercana a las viviendas de la localidad de Dompierre-sur-Yon, en una zona comunitaria a la que cada sábado el vecindario lleva en cubos los residuos orgánicos que generan en casa. Los trabajadores voluntarios que gestionan el sistema los pesan y los mezclas junto con el estructurante en dos grandes filas cubiertas por una tela de goretex.

Dos veces al año cada vecino recibe una cantidad de compost determinada en función de la cantidad de residuos orgánicos que ha ido aportando.

El segundo sistema que ha estudiado la Mancomunidad de Sakana funciona a través de la instalación de una caseta de compostaje comunitario -destinado a 160 familias- en barrios en los que predominan los bloques de pisos. A lo largo de la semana depositan los residuos orgánicos que generan en un cubo y cada sábado lo vacían. Trascurridos cuatro o cinco meses reparten el compost.

Según han informado desde la Mancomunidad, vista la experiencia tienen previsto poner en común las ventajas y desventajas de estos y otros sistemas en las próximas reuniones que organizarán con los habitantes de todas las localidades sakandarras.

Experiencia piloto en Baztan

Por su parte, en Baztan el Ayuntamiento pondrá en marcha en Arraioz, Aniz y en la zona de Baztan Berri de Elizondo una experiencia piloto de compostaje comunitario, para la que se ha repartido 168 compostadoras y se han invertido 6.000 euros.

La iniciativa, según fuentes municipales, es pionera en Nafarroa, y su desarrollo pretende servir de referencia para otras mancomunidades del territorio.

Las personas que estén interesadas en participar, aún están a tiempo de hacerlo, antes del día 15 de este mes, llamando al ayuntamiento (948 58 00 06).