Lakua aduce estar esperando una liquidación que nunca se anticipa al presupuesto
Frente al conjunto de la oposición que critica al Gobierno de Lakua por esperar hasta el 12 de marzo para presentar su proyecto de presupuesto, el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, adujo ayer que sería «precipitado e irresponsable» elaborar dicho presupuesto sin conocer la liquidación de 2012. Sin embargo, cada año los presupuestos se redactan, debaten y aprueban antes de fin de diciembre y, por tanto, sin tener los datos de la liquidación del ejercicio en curso.
Iñaki IRIONDO |
El portavoz del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, aseguró ayer que al aprobar su proyecto de presupuestos el 12 de marzo, el Ejecutivo se mueve «en sintonía» con los plazos establecidos en el entorno. E incluso añadió que acorta plazos. La totalidad de los grupos de la oposición han criticado que, pese a afirmar que la CAV se encuentra en una situación de «emergencia nacional», el Gabinete de Urkullu retrase el debate presupuestario de forma que las cuentas públicas, de aprobarse, no lo harían nunca antes del próximo mes de mayo.
Entrevistado en Radio Euskadi, Josu Erkoreka fue más allá y aseguró que «sería precipitado e irresponsable por nuestra parte adelantar un proyecto de cuentas públicas sin que todavía se produjera la liquidación del presupuesto correspondiente al ejercicio de 2012». Además, de insistir nuevamente en esos calificativos, también aseguró que sería «aventurado», puesto que la liquidación de 2012 puede condicionar las cuentas de 2013.
Sin negar que la liquidación de un ejercicio condiciona el presupuesto del ejercicio siguiente, lo cierto es que todos los proyectos de presupuesto se elaboran sin conocer dicha liquidación. De hecho, lo habitual es que el Gobierno de Lakua redacte su proyecto de presupuestos en octubre, se presente en el Parlamento en noviembre y se debata y apruebe durante el mes de diciembre. Es decir, siempre sin conocer la liquidación del año en curso.
Comparaciones resbaladizas
En el intento de justificar los plazos en los que se mueve el actual Gobierno autonómico, Josu Erkoreka afirmó que el Ejecutivo de «Patxi López se constituyó en abril y el primer proyecto de presupuesto lo presentaron en octubre. Seis meses después». Y apostilló que «claro que ellos gozaron de la ventaja de que las cuentas públicas se las dejamos aprobadas los que gobernamos con carácter previo».
Lo que Erkoreka no contó fue que Patxi López llegó al gobierno en mayo de 2009 (no en abril) con el presupuesto de ese año aprobado por el propio PSE. Es decir, en 2009 ya había presupuesto -no como ahora- y además contaba con el voto favorable del PSE, que había apoyado las cuentas del tripartito de Ibarretxe igual que en los tres años anteriores.
Pero Josu Erkoreka echó también mano de su pasado como diputado en el Congreso, y señaló que «en circunstancias más parecidas a las nuestras, hace un año, el Gobierno de Mariano Rajoy se constituyó en la segunda quincena de diciembre, igual que el Gobierno vasco actual, y las cuentas públicas se remitieron a la Cámara el 3 de abril, estamos hablando de casi un mes de diferencia».
Lo que tampoco contó el portavoz del Ejecutivo autonómico es que en aquella ocasión el actual lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo unas declaraciones afeando el retraso de Mariano Rajoy en presentar las cuentas, atribuyéndolo además a la influencia que estaban teniendo las elecciones andaluzas.
Urkullu afirmó en febrero que el Gobierno español «necesita presentar un proyecto de presupuestos con urgencia». Achacó el retraso a intereses electorales y censuró «esa manera de proceder en política, porque las urgencias están a la vista de todo el mundo».
Pastor exige un acuerdo fiscal
Por su parte, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, criticó el retraso en la presentación de las cuentas y tachó de «chantaje moral» que el Gobierno pretenda apelar a la «responsabilidad» de la oposición para que le aprueben los presupuestos. Avisó de que «el PSE no tiene la más mínima intención de incurrir en la irresponsabilidad de dar vía libre a unos presupuestos que vayan en contra de los derechos sociales».
Recordó que cualquier acuerdo presupuestario debe partir del rechazo a los recortes sociales y del acuerdo previo sobre una reforma fiscal progresiva.
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, reprochó al Gobierno que esté trabajando «a paso de tortuga», cuando según el lehendakari la CAV se encuentra en una situación de «emergencia nacional».
Arantza Quiroga, portavoz del PP en el Parlamento de Gasteiz, advierte al Gobierno autonómico que «es un error ir de sobrado» y le acusa de «provocar» a la oposición al decir que solo contempla la aprobación del presupuesto.
El portavoz del PSE en el Ayuntamiento de Donostia, Ernesto Gasco, calificó ayer de «positivo» que el gobierno local de Bildu haya expresado «voluntad de querer negociar» su proyecto de presupuestos para este año con el resto de grupos municipales. Gasco señaló que «que el equipo de gobierno que preside el alcalde Juan Karlos Izagirre, ya ha comenzado los primeros contactos para la negociación presupuestaria».
«No hemos entrado aún a hablar de cifras -afirmó Gasco-, pero sí expresan una voluntad de querer negociar». Según informa Efe, el portavoz del PSE señaló que «hay voluntad, por lo menos, de sentarse, y eso es positivo».
El concejal de la oposición agregó que el gobierno de Bildu parece que no excluirá a ningún partido de la negociación presupuestaria, ya que así se lo han asegurado sus responsables, por lo que entiende que, además del PNV, también intentarán hablar con el PP. Gasco indicó que las enmiendas que el PSE presentó al borrador presupuestario del año anterior contenían «propuestas importantes» que ahora pretende «retomar», aunque desconoce el grado de aceptación que pueden tener. GARA