Los mercados europeos no aplaudieron al unísono la intervención del presidente del BCE, Mario Draghi. De un lado, se colocaron el Ibex y el FTSE 100, que sumaron un 0,15% y un 0,05%, respectivamente, mientras que el Cac (-0,39%) y el Dax (-0,16%) acabaron en rojo. En principio, sus palabras parecían ofrecer cierta consistencia a los movimientos al alza emprendidos por las distintas bolsas en este comienzo de año, pero muchos inversores se quedaron con la parte más negativa: la nula mejoría de la economía real y la necesidad de una bajada de tipos, todavía en el 0,75%, como nuevo acicate para enderezar el rumbo. En esta línea, Draghi se mostraba esperanzado en que llegue pronto el comienzo del giro de la depauperada economía europea. En el Estado español, además de prestar atención al BCE, se siguieron de cerca la exitosa primera subasta de 2013 por parte del Tesoro, tanto por la elevada demanda y la caída de los tipos, y el rápido desplome de la prima de riesgo por debajo de los 340 puntos. En el Ibex, los peores fueron Caixabank (-5,53%), afectado por la cotización de 86,94 millones de acciones nuevas, Abengoa (-5,43%) y Red Eléctrica (-3,75%). Se colocaron enfrente los avances de FCC (+5,86%), Bankinter (+3,84%) y Mapfre (+2,89%). Entres los grandes valores, se destacaron Repsol y Santander al subir más de un 1%, al tiempo que Inditex, BBVA e Iberdrola cedían terreno levemente. En París, los más entonados fueron Alstom (+3,44%) y Crédit Agricole (+2,23%). Gemalto (-4,62%) y Veolia Environnement (-3,38%) encajaron las pérdidas más abultadas.