Raimundo Fitero
Estilos
Últimamente me paso mucho más rato de mis doscientos cuarenta minutos largos de estar ante el electrodoméstico que de media dedicamos los mortales de esta parte del globo a los canales no habituales que a los de referencia de la televisión comercial. Xplora, Energy, Discovery Max, Divinity, Neox. MTV, entre otros me proporcionan más momentos de interés, ya sea por el entretenimiento o por su dedicación a otros menesteres que el resto de cadenas que cansan, repiten, no arriesgan y mantienen una parrilla que ni calienta, ni saca humo, ni huele.
En algunos de estos canales subsidiaros se encuentra hasta series como «Familia Moderna» que no acabo de entender cómo no ha triunfado de manera rotunda en las emisiones más convencionales. Pero de la revisión de estos canales alternativos pero menos, uno llega a varias conclusiones sociales sobre comportamientos, vestuarios y estilos. Si lo que nos ofrecen en los programas más impactantes de embargos, subastas, motos de diseño, coches tuneados y demás asuntos que vienen con el marchamo de docudrama USA, son parte de un retrato fiable, la obesidad es realmente un problema de salud grave. La cantidad de niños, jóvenes adultos o ancianos, gente normal, de la calle, que aparecen con sobrepeso es algo alarmante, si eso significa alguna alarma para la salud, cosa que como siempre pasa se está poniendo en duda, ya que es muy difícil demarcar esa línea mítica del peso ideal.
Pero si ese sobrepeso es obvio, ello acarrea un estilo de vestuario, una forma de movimiento, de relación que parece que se está viviendo siempre en una película de raperos. La ciudadanía media se nos presenta como muy angustiada y preocupada únicamente por asuntos crematísticos, de sus automóviles, y de obtener sus dólares al instante. Ese es el poso que dejan, pero su imagen es de un desbordamiento físico, de una exuberancia malsana. Ello está contradicción con la mayoría de las series de toda índole, en donde los obesos, son personajes no normales, como si de una cuota se tratara y lo que predomina son clase media alta, vestida de marca y con figura muy cuidada. Conclusiones apresuradas y no académicas, pero fíjense que es así.