Al menos 70 personas murieron en un doble atentado suicida perpetrado ayer por la tarde en la ciudad de Quetta, en Baluchistán Este (bajo control de Islamabad), horas después de que otro atentado acabara con la vida de once personas en un mercado de esta localidad.

La primera explosión se registró en la carretera de Alamdar, cerca de un club de billar frecuentado por chiítas, y minutos después, tuvo lugar la detonación del segundo coche bomba en una carretera cercana que lleva al aeropuerto. «La segunda explosión se ha registrado en el momento en el que los medios, los servicios de rescate y las fuerzas de seguridad han llegado al lugar», indicaron testigos.

Las dos explosiones dejaron 121 heridos, incluidos policías y trabajadores de los equipos de emergencia.

Este doble atentado tuvo lugar horas después deque una bomba acabara con con la vida de once personas y dejara 40 heridos en un mercado de Quetta.

Pero dentro de las fronteras reconocidas a Pakistán, la violencia no golpeó solo a la capital de Baluchistán y ayer se registraron al menos 96 muertos en varios atentados y acciones violentas, un balance que podría aumentar debido al delicado estado de salud de algunos de los heridos.

El otro atentado más grave tuvo lugar durante un acto de un líder religioso de Mingora, la principal ciudad del valle del Swat, en el noroeste del país, donde murieron 21 personas y resultaron heridas a otras 60.

«El balance de muertos podría aumentar ya que algunos de los heridos se encuentran en estado crítico y estamos recibiendo cada vez más personas heridas»,informó el doctor Niaz Mohamad, del hospital Saidu Sharif, donde fueron trasladados los heridos de Mingora.

Ademas, en Karachi, en el sur de Pakistán, hubo siete muertos en acciones violentas.