Por si le sirve de chivatazo a Marcelo Bielsa y los suyos para el vital choque de hoy, el Rayo Vallecano no ha marcado ningún gol esta temporada entre los minutos 30 y 58 y, por contra, en ese espacio de tiempo ha recibido 13 goles. ¿Lapsus? Confiemos en que los rojiblancos lo aprovechen esta noche sobre el césped de La Catedral porque falta les va a hacer, sobre todo si, como enfatizó ayer el técnico rosarino, «nosotros lo que queremos es ganar y para eso atacamos, pero trataremos de no defender mal por querer atacar».

Desazón lo llamó Iraizoz, tristeza dijo ayer Bielsa. Su ánimo es «el mismo del equipo», contestó. Pero «la tristeza la interpreto como un acicate. No podemos ser felices si no ganamos».

En San Mamés se verán las caras dos equipos con una mentalidad netamente ofensiva, que gustan de anchar mucho el campo con los extremos bien estirados y los laterales fijados casi en la medular, tratando de sacar el balón desde atrás, llegando arriba con muchos efectivos y poniendo mucho cuidado en las transiciones defensivas.

El pero de este Rayo, séptimo en la tabla de clasificación es que le cuesta hacer goles, llega mucho, centra mucho al área, pero el bagaje de ocasiones de peligro real es escaso. Una debilidad que no alivia a los bilbainos, toda vez que esta temporada se han especializado en que, como ante el Levante y como recordó Bielsa, «llegaron cinco veces y metieron tres goles».

No lo va a tener nada fácil el Athletic esta noche, a priori. El Rayo tiene jugadores enrachados, como sus atacantes Piti y Baptistao, gente con manejo del balón en la medular como Trashorras y el Chori Domínguez, laterales que se desdoblan bien, pero también es el quinto equipo de la Liga que más kilómetros ha recorrido, lo que da idea del dominio que tiene sobre esas necesarias transiciones.

Para ganar a este sorprendente Rayo, Bielsa confiará en un once en el que Amorebieta vuelve por Laporte, De Marcos se mantiene en el lateral, San José se gana el puesto en detrimento de Gurpegi e Iturraspe, y Herrera estará acompañado por dentro por Muniain en su enésima reválida. Las ausencias de Gurpegi e Iturraspe las explicó por los problemas físicos o por enfermedad que han venido padeciendo uno u otro y que les está impiendo alcanzar su óptimo estado de forma. «Iturraspe pasa circunstancias que conspiran contra él. Gurpegi también lo ha sufrido», explicó. Sobre el capitán, desligó que su actuación en Levante fuera la razón de su ausencia. «Siempre fue un jugador muy destacado pero en este partido particular analizo que es preferible que no juegue». Incluso se culpó de haberlo puesto a jugar antes de tiempo ante el Madrid. «No quiero cometer el mismo error con Iturraspe», argumentó.