Gloria REKARTE Expresa
No se mojaron
Cuando finalmente se cumplieron las previsiones meteorológicas y comezó a llover, lo hizo a mares. Más de ciento quince mil personas se mojaron de arriba abajo y de abajo arriba, sin que gorros, capuchas ni paraguas salvaran del chaparrón. Pero ellos no se mojaron. Apiñados, casi juntos pero sobre todo revueltos, se resguardaron bajo un mismo tejadillo, ellos dirán que sólido, creerán que impermeable, para ver pasar de largo la manifestación mientras elaboraban respetos para sí mismos, equidistancias imposibles y perseverancias en el inmovilismo. Allí, como antes lo hiciera Patxi López al otro lado del Atlántico, quedó Urkullu al otro lado de la lluvia y de la marea, mostrando la cuando menos curiosa tendencia de los lehendakaris vascos de poner agua de por medio en momentos clave. Allí se acomodó el PNV para ejercer el discreto trabajo de permanecer al lado del mismo partido que asegura, vía Basagoiti, que le infunde más inmovilismo una manifestación pacífica que la actividad armada de ETA. Allí, pertinaz en la debilidad, infatigable en su eterno remar en círculo, recaló también el PSE. Y allí se hicieron un hueco Ezker Anitza-IU y Batzarre con su particulares exigencias sobre el rechazo a la violencia que pasan porque lo que ellos llaman falta del rechazo absoluto, sea motivo suficiente para no apoyarla, mientras que la persistencia de la ejercida sobre los presos, las agresiones, abusos y el acoso sufridos por sus familiares, no lo sean para secundarla.
Allí perdieron su oportunidad de caminar con la sociedad, con firmeza, con determinación, hacia la paz. Más revueltos que juntos, pero todos bajo el mismo tejadillo, tan estrechamente compartido, de la irresponsabilidad.