UPN y PSN impedirán que Gońi esté obligado a decir la verdad en el Parlamento
Después de que Enrique Goñi, exdirector de CAN, mostrara su intención de dar explicaciones a la Cámara, la oposición ha pedido que tenga exigencia legal de decir verdad, pero UPN y PSN se niegan.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Finalmente, la Mesa del Parlamento no trató ayer la solicitud de comparecencia de Enrique Goñi en la Cámara. Aun así, marcó la rueda de prensa posterior, porque Goñi estuvo más de una década al frente de Caja Navarra y jamás compareció y porque el exdirector de CAN desde 2002 hasta su desaparición como caja está siendo investigado por la Fiscalía a raíz de una denuncia interpuesta por UPyD. La clave ahora está en qué formato se le da a esta comparecencia, y UPN y PSN quieren que sea lo más suave posible.
La postura de UPN y PSN pasa por la creación de una especie de «comisión blanda», que sustituya a la comisión de investigación demandada por el resto de partidos. La diferencia no es pequeña, puesto que en una comisión de investigación los comparecientes están obligados a decir la verdad (y, por tanto, cualquier mentira es punible) y están obligados a responder a todas las preguntas que planteen los distintos grupos. Es este extremo el que los exsocios del fracasado gobierno de coalición quieren evitar.
Por contra, Patxi Zabaleta registró una iniciativa para que Goñi comparezca con esta exigencia de decir verdad. «El Parlamento arbitrará para que, en dicha sesión, Goñi tenga la obligación de responder en su integridad y dar información veraz e íntegra y con tiempo suficiente». Zabaleta remarcó que «Goñi no ha acudido al Parlamento en un decenio» y considera que se ha de ser cauto para «no ser objeto de una trampa».
Bakartxo Ruiz, por Bildu, comparte que se debe de exigir a Goñi que diga la verdad. «Una simple sesión de trabajo es un formato insuficiente», aseguró Ruiz, quien advirtió que a través de una iniciativa así no se puede «dar carpetazo» a la desaparición de la CAN. A este respecto, Bildu recuerda que hay muchas preguntas que todavía no se han resuelto y algunas de ellas han sido tramitadas por esta formación en el Parlamento sin obtener contestación.
Roberto Jiménez está de acuerdo en que se debe contar con tiempo suficiente para que Goñi responda a todas estas cuestiones. Sin embargo, afirmó que no se le puede exigir que diga la verdad porque sería «prejuzgar». «No creo que venga a mentir», dijo el líder del PSN. Jiménez sostuvo que la petición de comparecencia de Goñi y el hecho de estar siendo investigado por la Fiscalía «no tienen nada que ver» y son cosas que «no se pueden mezclar».
Los argumentos de UPN para no condicionar la visita de Goñi resultan calcados a los de Jiménez. Su portavoz, Carlos García Adanero, argumentó que Goñi comparece «de manera voluntaria» porque quiere explicarse. Aun así, Adanero también entiende que debe tener más tiempo y, por tanto, que es una comparecencia «especial».
Humanismo y Democracia
La carta enviada por Goñi a la Cámara hablaba también de comparecencias de otras personas que han ocupado cargos de responsabilidad en CAN, entre los que están Yolanda Barcina o Miguel Sanz. Preguntado sobre si Goñi consensuó con estas personas la petición, García Adanero respondió que no lo sabe de primera mano, pero entiende que sí lo hizo.
Todo apunta, por tanto, a que se trata de una estrategia compartida por UPN y PSN de crear una «comisión blanda» sobre la CAN en el Parlamento. Esta estrategia tiene un precedente claro, ya que es la misma que se siguió en el escándalo de Humanismo y Democracia, una ONG vinculada a UPN y PP que desviaba fondos destinados a la cooperación. El Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa obligó a esta fundación a devolver las ayudas que le había concedido el Gobierno navarro por haberlos destinado para otros fines. La «comisión blanda» de Humanismo y Democracia fue un fracaso: muchos implicados, simplemente, se negaron a contestar.
La Mesa del Parlamento aprobó la comparecencia de Barcina para hablar de los nuevos estatutos de CAN, después de que nombrara a tres técnicos para sustituir al recién elegido Consejo de Administración.