Eibar ha perdido un millón de euros especulando con «swaps»
La Inmobiliaria Municipal Eibarresa, financiada al 100% por el Ayuntamiento, ha perdido cerca de un millón de euros desde octubre de 2004 especulando con «swaps», una fórmula financiera de alto riesgo. La gerencia de IMESA comenzó estas inversiones sin contar con el Consejo de Administración y ahora intenta anular judicialmente los contratos.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La Inmobiliaria Municipal Eibarresa SA (IMESA) es una sociedad pública sostenida al 100% con capital del Ayuntamiento de Eibar y cuya misión principal es comprar suelo y ejecutar viviendas de VPO. Esta sociedad ha perdido desde 2004 un millón de euros por especular con «swaps», una fórmula financiera de alto riesgo. IMESA ha recurrido ahora a un despacho de abogados para abrir un proceso de nulidad de estas «swaps» contratadas con el Banco de Santander.
Representantes de EH Bildu en el Ayuntamiento de Eibar y en IMESA denunciaron ayer que, por la información que habían recabado -en esos años no tenían representación en la sociedad pública-, la decisión de contratar «swaps» la adoptó la dirección de la empresa «sin consultar la opinión del Consejo de Administración, por lo que entendemos que existió una intencionalidad evidente y manifiesta de ocultación del acuerdo entre IMESA y el Banco Santander. Es como si hubiesen jugado a la bonoloto o a la lotería», manifestaron.
Para la formalización de los contratos no fueron consultados ni el departamento municipal de Intervención ni la Asesoría Jurídica. Y durante ocho años tampoco se ha ofrecido información al Consejo de Administración.
Tres contratos
Según documentación que obra en poder de GARA, la compañía IMESA tiene concertados tres contratos de permuta financiera con el Banco de Santander. Aunque no era su función inicial, las entidades financieras han ofertado este tipo de contratos como una especie de seguro para las hipotecas, que vienen a convertir el interés variable en un interés fijo. Mientras el euribor permaneció alto, eran rentables para los clientes, pero al caer (como debían de prever los bancos) se mostraron como una auténtica trampa millonaria.
El primero de estos «swaps», por un importe de dos millones de euros, se contrató el 4 de octubre de 2004. En esos tres únicos meses de 2004 ofreció a IMESA un beneficio de 7.303,11 euros. Pero en 2005 las pérdidas fueron de 6.546,60. Pese a todo, este primer contrato dejó un saldo positivo de 756, 51 euros.
El segundo «swaps» se firmó el 7 de febrero de 2005 por un importe de cuatro millones de euros. Durante 2005, 2006 y 2007 el saldo fue favorable a las arcas municipales. Sin embargo, desde mediados de 2008 se evaporan ya todos los beneficios obtenidos y empiezan las pérdidas superiores a los 100.000 euros anuales. A 21 de noviembre de 2012 la pérdida acumulada superaba el medio millón de euros, en concreto 547.241,20.
El tercer contrato con el Banco de Santander, suscrito el 18 de mayo de 2005, fue por un importe de dos millones de euros. Ofreció beneficios hasta 2008 pero también entró en caída libre a partir de ese año. Las pérdidas acumuladas en este «swap» son de 260.273,48 euros.
Según la firma de abogados contratada por IMESA, la suma de las liquidaciones giradas con saldo a favor del Banco de Santander superan los 900.000 euros y se han generado costes de reestructuración por cantidades de 99.582,27 y 42.900 euros.
Anular los contratos
Los compromisarios de Bildu en el Consejo de Administración de IMESA aseguraron ayer que dicho órgano no tuvo conocimiento de estas operaciones hasta que en la última reunión, celebrada el 22 de noviembre, la gerencia buscó el visto bueno del Consejo para emprender acciones judiciales contra el Banco de Santander.
La firma de abogados intentará obtener la nulidad de estos contratos de permuta, y que cada parte se restituya recíprocamente las cantidades liquidadas. O, por lo menos, que se pueda poner fin a los «swaps» sin esperar a que finalice el periodo contratado.
Hay antecedentes que permiten albergar esperanzas.
Los «swaps» son un producto financiero complejo que los bancos han ofrecido a sus clientes como una cobertura contra la subida de intereses de las hipotecas, y que cuando el euribor empezó a bajar se convirtieron en una trampa millonaria.
La formalización de estos contratos de permuta con el Banco de Santander tuvieron lugar cuando el exconsejero de Transportes del Gobierno de Lakua Iñaki Arriola era alcalde de Eibar y presidente del Consejo de Administración de la Inmobiliaria Municipal Eibarresa.
EH Bildu anunció en la rueda de prensa que los compromisarios de Bildu en IMESA habían registrado en el Consistorio una solicitud para que Iñaki Arriola comparezca ante el Consejo de Administración de la Sociedad Pública «con el ánimo de que esta situación opaca se esclarezca cuanto antes».
En su opinión, «al ser el Ayuntamiento único socio de IMESA, existen responsabilidades políticas en este asunto que no se pueden eludir». Los representantes de EH Bildu sostienen que «la bandera del desconocimiento como justificación no es admisible. Y en aras de la transparencia en la gestión pública queremos esclarecer todo el asunto, ya que la opacidad y oscurantismo en la gestión ha sido y sigue siendo permanente» en la actuación del PSE en Eibar.
Destacan, además, que «en este caso se ha actuado con el dinero público como si fuese privado, ayudando a las arcas del Banco Santander y con resultados nefastos para las arcas municipales».
La coalición soberanista mostró además su «rechazo a operaciones especulativas donde se pone en riesgo el dinero público. Entendemos que este dinero tiene que tener otra finalidad distinta, es inaceptable que con el dinero de todas y todos se acometan esta clase de operaciones de juego financiero. Juego especulativo peligroso a ganar ó perder que concretamente se dio en 2004, cuando Iñaki Arriola presidía IMESA». I.I.
