Temporal en Euskal Herria
El agua anegó parques, huertas y garajes, pero no afectó a viviendas
Jornada de nervios y angustiosa guardia a la orilla de los ríos. La nieve y la lluvia caídas desde la noche del lunes subieron los niveles del agua y dispararon los niveles de alarma. Los cauces se desbordaron en cursos como los del Baztan, el Urumea, el Oria, el Gobela o el Arga, pero solo alcanzaron a zonas de huertas, parques, campos deportivos y garajes. Esta vez las viviendas escaparon de las crecidas.
M. PASTOR-I.INTZIARTE-O.LARRETXEA | BILBO
Las fuertes lluvias de ayer llevaron una vez más a los vecinos de los barrios de Martutene y Txomin Enea de Donostia a vigilar de cerca el estado del río Urumea. Con un ojo puesto en el cauce, y otro en el cielo, tocaba cuidar la evolución del temporal y esperar la orden de las actuaciones que marcara la Mesa de Crisis institucional formada por miembros de protección civil, bomberos, guardia municipal y responsables del Ayuntamiento.
Precisamente, en este órgano han participado por primera vez dos representantes de las asociaciones vecinales de los barrios citados. De esta manera se pretendía ofrecer a los afectados información de primera mano y evitar el colapso de las centralitas municipales.
En la capital guipuzcoana, el temporal no había dado tregua desde la medianoche del martes, y las previsiones para las próximas horas no eran muy halagüeñas. Preocupaba, y mucho, la pleamar, prevista para las 19.30.
Minutos antes, alrededor de las 19.15, el nivel del río Urumea era de 4,26 metros en la zona de Martutene, cuando el nivel máximo para activar la alerta estaba fijado en 3,50 metros. Fuentes municipales recordaron que el protocolo consta de cuatro niveles: alerta, alarma, emergencia y evacuación.
Por precaución se activó el cuarto nivel de riesgo del Plan de Emergencia ante inundaciones, el de evacuación, tal y como marca el protocolo.
A lo largo del día, una parte del parking del centro comercial Garbera, en Intxaurrondo, se había habilitado para que los vecinos de ambos barrios trasladaran hasta allí sus vehículos. El Ayuntamiento dispuso un autobús lanzadera para que la gente pudiera volver a sus casas.
Desde la asociación de vecinos Sarroeta de Martutene, Aitor Azkona habló con GARA sobre el miedo que sentían, y se quejó de que las alertas vía SMS para avisar del desbordamiento del río «no son suficientes». También comentó que en el vecindario se sienten «cansados» por verse de nuevo «en esta situación», dijo, en alusión a las riadas registradas en noviembre de 2011 y que provocaron importantes daños y pérdidas millonarias.
Desde Txomin Enea, Igor Martín se mostró más tranquilo, y contó que garajes y locales ya habían sido despejados y los vehículos desplazados a zonas más seguras. Aunque valoró positivamente la participación en la Mesa de Crisis interinstitucional, quiso remarcar que es «urgente» una actuación integral en el río. «El plan de emergencia ha funcionado muy bien, y ha habido buena coordinación, pero exigimos una solución inmediata porque sino, las inundaciones volverán».
En el resto del territorio guipuzcoano, los ríos Oria y Deba registraron por la tarde varios desbordamientos en zonas bajas aunque sus cuencas permanecieron con niveles muy altos pero estabilizándose.
Estos desbordamientos afectaron a garajes de la capital, así como otros locales de Andoain y Usurbil. También se produjeron desprendimientos, caída de algún árbol y losetas de varias fachadas, precisaron a los bomberos, cuyas salidas se concentraron en Irun, Oñati, Zumaia, Eibar y Zumarraga.
Ipar Euskal Herria y Bidasoa
En Ipar Euskal Herria la alerta también era naranja, y se prolongará hasta esta tarde debido a las fuertes lluvias. Las tormentas dejaron alrededor de 90 litros por metro cuadrado en la zona que se encuentra entre los ríos Errobi y Urdazuri. Estos dos afluentes, que también se encuentran en alerta naranja, fueron los que causaron el mayor número de incidencias. En Senpere se inundaron algunos comercios.
Volviendo al Errobi, se desbordó desde su nacimiento en la zona de Urepele y Baigorri, y las salidas del cauce fueron frecuentes hasta su confluencia con el Aturri. Localidades como Ortzaize, Uztaritze y Baiona se vieron afectadas.
El Uhabia suele ser fuente de inundaciones muy a menudo y ayer también ocasionó problemas en Bidarte, donde en los últimos días los desprendimientos en los acantilados han sido numerosos.
Más al sur, el Baztan-Bidasoa se desbordó en algunos puntos. A las 14.00, el caudal era próximo a los 200 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, a media tarde el caudal había descendido a casi la mitad, una vez finalizado el rápido deshielo de la nieve caída.
En la parte baja del río el Ayuntamiento de Irun activó a primera hora el dispositivo especial de colocación de diecinueve compuertas en puntos estratégicos del barrio de Behobia. En esta misma localidad, en el entorno de Jaizubia, el agua de la regata se desbordó a la altura del aparcamiento de camiones cercano a la ikastola Txingudi, donde suspendieron las clases vespertinas.
Ipar Euskal Herria y Bidasoa
El caudal del Arga a su paso por Iruñerria fue creciendo a lo largo de la jornada y pasó de 260 m3/s a las 15.00 a 450 m3/s a las 17.30, una cifra superior a la medida en las últimas inundaciones de 2009. Según el Ejecutivo foral, «las mejoras realizadas desde entonces en el cauce, con la construcción de motas de contención, hacen esperar que los efectos de la riada no provoquen una salida generalizada del Arga».
No obstante, se cortaron algunas calles en las zonas de la Magdalena, Miluce y Aranzadi, informó el Ayuntamiento. La Agencia Navarra de Emergencias alertó asimismo de los importantes caudales que arrastraban los ríos Arakil (291 m3/s) y Larraun, y auguraba riesgo de inundación en el valle de Etxauri a partir de medianoche.
En Bizkaia, los problemas se concentraron en torno al Gobela, especialmente en Berango, donde el cauce se desbordó al mediodía, dejando algunas imágenes espectaculares como la de un coche prácticamente sumergido en la zona del metro.
Barrios de Getxo
Getxo también se vio afectada por la crecida del Gobela. La mala planificación urbanística de algunas zonas próximas al río facilitó la labor del agua en Larañazubi y Bolue, dos de los lugares tradicionalmente más afectados por estas inundaciones.
Otras zonas de esta localidad de Uribe-Kosta como Neguri, Salsidu y Errekagane, algunas de ellas con mejoras arquitectónicas para evitar desbordes, no llegaron a sufrir inundaciones, aunque el agua mantuvo en jaque a los vecinos durante toda la mañana y gran parte de la tarde. Según explicó a GARA Kike, de la Asociación de afectados por el Gobela, los ocupantes de estas casas vivieron toda la jornada con «preocupación e incertidumbre», y también con cierta sensación de «triste rutina», ya que, según detalló, «cada vez que caen 30 o 40 litros por metro cuadrado el río se desborda irremisiblemente, afectando siempre a los mismos vecinos».
Esto se debe a la «nefasta planificación hidrográfica y urbanística que se lleva haciendo durante años. No hay otro lugar en Euskal Herria donde un río esté tan mal encauzado».
Estas deficiencias favorecen que, «en cuanto cae una tormenta de unos 30 o 40 litros por metro cuadrado, lejos de los 80 que han caído en otros sitios como Gipuzkoa, la inundación sea inmediata».
A raíz de las inundaciones de 2011, el Ayuntamiento puso en marcha un plan para atajar el problema, pero de momento solo se han ejecutado algunas obras,.
Además, otros ríos, como el Asua, en Derio; o el Artibai, cerca de Ondarroa; también se desbordaron, aunque en este caso provocaron muchos menos daños, anegando exclusivamente algunas huertas y campos.
En Astigarraga, bajo los viales de la autovía, fue desalojado «por precaución» un asentamiento de personas de origen rumano ante la subida del río Urumea.
Los embalses de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa acumulan actualmente 189 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 75% de su capacidad y 1 hm3 menos que las reservas de hace un año, según el Ministerio español de Medio Ambiente.
Las previsiones para la jornada de hoy apuntan a que continuarán las precipitaciones en forma de lluvia o nieve. El viento seguirá soplando con fuerza del noroeste, mientras que las temperaturas subirán ligeramente.
El riesgo de avalanchas de nieve en el Pirineo vasco está en su nivel máximo, el 5. Por ello, la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada recomienda no realizar ninguna actividad en montaña mientras dure la situación actual.
El incidente de tráfico más grave tuvo lugar en Iruñea, donde un hombre de 32 años, vecino de Iruñea y cuyas iniciales son M.A.G., perdió la vida tras chocar el coche que conducía contra un camión. El suceso tuvo lugar en la ronda de Iruñea PA-30 -que une la capital con Orkoien- minutos antes de las cuatro de la tarde. El conductor del vehículo pesado resultó ileso. El cadáver quedó atrapado y fue rescatado por los bomberos.
En Altsasu, una persona fue rescatada en la zona de las huertas de Irubide después de quedar atrapado por el desbordamiento de las aguas de la regata cercana. En Lasarte-Oria, un camión cisterna volcó en la N-1 en dirección Gasteiz, derramando parte del gasóleo que transportaba. El accidente tuvo lugar a las 12.40 y provocó retenciones que afectaron también a la autopista AP-8, que tiene una incorporación en las cercanías al lugar donde se produjo el suceso. Otro incidente reseñable tuvo lugar en la autovía A-15, que fue cortada en dirección Iruñea debido a un camión que se encontraba ardiendo.
Los cortes de carretera -bien por nieve o bien por balsas de agua- y accidentes menores fueron una constante a lo largo de toda la geografía vasca. En la red secundaria navarra estuvieron cerrados los puertos de Belagua (NA-137), desde Mata de Haya, y de Laza (NA-140). En Araba por la mañana no se podía circular por Herrera y Opakua. En Ipar Euskal Herria, la carretera departamental 18 se cerró en el puerto de Burdinkurrutxeta.
Además eran necesarias las cadenas o neumáticos de invierno en otras zonas de montaña como el puerto de Bernedo, la carretera que une Izaba con Zuriza o la subida al santuario de San Miguel de Aralar, por citar tres ejemplos.
A media mañana se cortó la N-634 entre las localidades guipuzcoanas de Getaria y Zarautz. También en la N-634 en Etxebarri (Bizkaia) se creó una gran balsa de agua. En Nafarroa, la carretera entre Altsasu e Irurtzun (NA-2410) estuvo cortada en el punto kilométrico 13 por el desbordamiento del Arakil. Hubo dificultades similares entre Ascain y Senpere. GARA
La Universidad de Deusto suspendió las clases programadas para la tarde debido a la acumulación de agua por las fuertes lluvias cerca en los aledaños de su campus, que se encuentra a ras de la ría de la capital vizcaina.
