Inesperadamente, los rivales en apariencia más débiles del grupo J del Last 16 de la Eurocup han derrotado a Uxúe Bilbao Basket. Si la semana pasada el Nymburk se aprovechaba de la indolencia de los hombres de negro, ayer el VEF Riga se aprovechó de la flojísima defensa vizcaina. Como si de un reloj se tratase, el conjunto letón anotó 25 puntos cada cuarto -en el último se quedó en 24 después de fallar un buen número de tiros libres- ante un Bilbao Basket que acabó perdiendo el partido y hasta su dignidad.

Los pupilos de Katsikaris aguantaron el tirón hasta el descanso, gracias ante todo a un Vasileiadis muy acertado, pero a partir del receso hicieron aguas, siendo el juego bilbaino en los últimos minutos un compendio de individualidades que trataba de reducir la desventaja a base de arranques de calidad o de genio, pero sin ningún orden ni convencimiento.

No es ningún secreto que Bilbao Basket está atravesando su peor momento de la temporada. Fotis Katsikaris está viendo que los jugadores por los que ha apostado están en pleno bajón físico -Pilepic se quedó nuevamente en blanco, y Rakovic acabó por jugar el último cuarto al completo pese a padecer la gripe. También es cierto que en los 7 minutos que dispuso Samb no brilló como ante el CB Canarias, mostrando unas alarmantemente blandas manos-. Por ende, lo apuestan todo a su talento en los minutos de lucidez, mostrando una preocupante fragilidad defensiva. Pero el VEF Riga ayer se mostró muy inspirado en el tiro -anotaría 13 de 21 en triples- y para ganarles había que defender mucho mejor.

Rowland, tal y como advirtiera el propio Katsikaris, campó a sus anchas -lograría 30 puntos, con una carta de tiro de 12 de 16, anotando 4 triples-, superando a Zisis y a Raül López -que en ataque hace grandes jugadas, pero que sufre mucho atrás-, con la ayuda de jugadores como Jahovics -23 puntos- o Zavackas. Bilbao Basket se saltó a la torera sus propios preceptos de cara al duelo -«podemos ganarles con un tanteador alto, pero hay que intentar parar sus rachas de anotación», declaraba el martes el preparador vizcaino- y quiso mantenerse en el partido a golpe de triple de Vasileiadis o de buenas acciones de Hamilton -mejor que otros días-, Mumbrú o Raül López.

El invento duró hasta el descanso, al que se llegó con 50-44, con un triple de Vasileiadis sobre la bocina. Más aún, los vizcainos llegaron a adelantarse 50-51 al inicio del tercer cuarto.

Parcial de 25-10

Ahí acabó todo. Rowland y compañía no estaban dispuestos a dar opciones, de modo que apretaron atrás mientras seguían con su festival de tiro. Las piernas bilbainas se mostraban más pesadas y su acierto decaía de a poco, de modo que el VEF Riga no solo volvía a tomar la delantera, sino que abría brecha, llegando al final del tercer cuarto 75-61, tras un parcial de 25-10 que resultaría definitivo.

Bilbao Basket, que aparte de defender mal perdió la batalla del rebote -34 a 24-, dejó de creer en sí mismo y de jugar en equipo. En esa tesitura, el conjunto letón no tardó en llegar a la veintena de renta, y ni los intentos bilbainos por obtener un average «asequible» resultaron.