La película de Kathryn Bigelow «La noche más oscura» está sufriendo una campaña de desprestigio que ya se dejó notar en los Globos de Oro, donde la única estatuilla fue la de Mejor Actriz para Jessica Chastain. Y eso que las críticas y la respuesta del público están siendo mucho más favorables de lo que lo fueron con «En tierra hostil», que sí resultó premiada en los Óscar.

La fría objetividad y cerebral imparcialidad de Kathryn Bigelow se presta a los ataques desde los dos bandos contrarios, empeñados, cada uno por su parte, en demostrar que detrás del aparente documentalismo se esconde una intencionalidad en una u otra dirección.

Primero fueron los conservadores los que denunciaron la filtración de información por parte del Gobierno de Obama, protestas que hicieron extensibles al hecho de mostrar las torturas de la CIA. Pues bien, ahora son los académicos más progresistas los que ven en esas mismas torturas una justificación para el heroísmo. ¿Por qué no dijeron nada del trabajo «heróico» de los artificieros de «En tierra hostil»?