La mayoría de las veces son de un blanco tan puro que nos pueden llegar a parecer montañas nevadas colgadas en el cielo. En otras ocasiones, dependiendo del ángulo de la luz, las podemos ver de tonos grisáceos más o menos oscuros. Y con un poco de suerte, cuando son capaces de crear fenómenos ópticos como coronas solares o iridiscencias, pueden contener todos los colores.

Entre sus peculiaridades está el hecho de que suelen permanecer solitarias en medio de un inmenso cielo azul (aunque, en ocasiones, pueden llegar a cubrir una parte importante del cielo). Y también, que se mueven constantemente, modificándose su forma tan rápidamente que podemos apreciar a simple vista sus cambios de aspecto.

No tienen nombre «oficial» por la sencilla razón de que no están catalogadas en el Atlas Internacional de las Nubes de la OMM. Sin embargo, desde el año 2004 y gracias al «bautizo» de Ramón Baylina (responsable del Observatorio Meteorológico de Sort, en Lleida) se les conoce como nubes «Fantasma».

¿Por qué nubes fantasma? Por su aspecto fantasmagórico y porque da la sensación de que están continuamente apareciendo y desapareciendo. Su parte superior puede tener forma lenticular pero sus «bajos« estarán siempre como deshilachados. Lo que les confiere también un cierto parecido con las medusas.

Estas nubes, tan extrañas como hermosas, aparecen cuando el aire se ve obligado a saltar un obstáculo de una cierta envergadura. Lo que significa que nos las vamos a poder encontrar con más facilidad en un entorno montañoso como los Pirineos o los Alpes. Al parecer, su aparición está relacionada con que se esté preparando un cambio en las condiciones meteorológicas.

Las nubes fantasma podrían ser anuncio de la llegada de un frente frío, de un episodio de Foëhn o de una onda de montaña. La cuestión es que dos capas de aire diferente se ponen en contacto, la una sobre la otra. La parte superior, más estable, «fabrica» una nube laminar que la parte inferior, más turbulenta, se encargará de desgajar. Una estupenda ocasión para retratar el anuncio de un cambio de tiempo.