La alerta se mantiene en previsión de más lluvia y nuevas crecidas
La alerta por el riesgo de inundaciones activada por las autoridades se mantendrá hasta el domingo ante la previsión de que continuarán las precipitaciones abundantes y los fuertes vientos. Al tiempo de que se vigila la meteorología para los próximos días, los servicios de emergencias controlan los cauces de los ríos a consecuencia del desembalse de los pantanos, que ha provocado que las aguas aneguen muchas tierras de cultivo en Nafarroa.
GARA | DONOSTIA
Las diversas instancias implicadas en los planes de emergencias por riesgo de inundaciones decidieron ayer mantener activados todos los recursos, especialmente los que tienen que ver con el control de los cauces fluviales. Durante los próximos días llegarán varias borrascas y frentes que dejarán abundantes precipitaciones, fuertes vientos y grandes oscilaciones en las temperaturas.
Las crecidas de los ríos centraron los esfuerzos después de que, en la madrugada del jueves, se produjera el desbordamiento puntual del Urumea a su paso por Astigarraga y la zona de Okendotegi, en Donostia, una vez que el agua llegase a la cota 3,80 metros. Guardia Municipal y Bomberos patrullaron los barrios de Txomin y Martutene por si se producían cambios significativos en el río.
En Gipuzkoa, estuvo cerrada al tráfico la carretera N-634 entre Getaria y Zumaia, informando la Diputación de que los Bomberos tuvieron que efectuar medio centenar de salidas durante el temporal y atender más de cien avisos en la red viaria de este territorio.
A consecuencia de las crecidas, el Consistorio donostiarra reforzará el servicio de limpieza de playas, tras acumularse materiales -sobre todo maderas- debido al temporal. Los trabajos comenzarán por Ondarreta, donde el lunes se disputará una carrera de caballos.
El control persistió a lo largo de la jornada junto al cauce del Urumea, aunque desde la mesa de crisis se destacó que no existían riesgos a pesar de que la presa de Añarbe continuaba desembalsando. Aguas del Añarbe informó de que estaba maniobrando «cuidadosamente» para el desembalse «en función del nivel del río Urumea en cada momento», lo que les permitió alcanzar los 63,6 metros cúbicos por segundo de caudal de desagüe.
También se mantuvo la vigilancia del Zadorra, afectado por el desagüe de los pantanos, que se desbordó de madrugada en Argantzun obligando al corte de la A-3322. Aguas arriba, en Gasteiz, se activó la alerta amarilla en Abetxuko, donde se alcanzaron los 3,74 metros. En el entorno de la N-I, la subida del Zadorra fue del 2,10, un nivel considerado «asumible» por los técnicos.
El desembalse en los pantanos alaveses prosiguió a un ritmo de 53,33 metros cúbicos por segundo, ya que el de Ullibarri se encontraba al 88,4% de su capacidad mientras el de Urrunaga superaba el 87,5%, aunque la cota empezaba a bajar de forma «muy lenta».
Además, los Bomberos tuvieron que acudir a Agurain a achicar agua en una parcela.
El sindicato agrario UAGA advirtió de que «la mala gestión» de las diferentes instituciones en relación a los embalses alaveses habían provocado, una vez más, las inundaciones en numerosos cultivos.
Cultivos afectados en Nafarroa
Agricultores y ganaderos navarros aguardan a que las aguas se retiren de sus campos para evaluar las consecuencias de las inundaciones que afectaron a unas 700 hectáreas en Miranda de Arga, alrededor de 600 entre Larraga y Berbinzana, y muchas más en poblaciones como Faltzes, Funes y Azkoien, que aún no han sido cuantificadas. Los cultivos más afectados son los de la borraja, el cardo y la acelga, aunque donde no se haya cosechado el maíz también se da por perdido.
En declaraciones a Efe, el presidente de la UAGN, Félix Bariáin, aclaró que a esos terrenos hay que sumar las «huertas de ocio» afectadas por las crecidas en el Arga, Arakil o Ultzama.
La alcaldesa de Funes, María Jose Vidorreta, reconoció que el casco urbano está poco afectado y nadie acudió al Ayuntamiento a informar de daños. En Arre, en algunos polígonos industriales, los trabajadores se esmeraban en la limpieza de las naves afectadas por las inundaciones.
En Funes, su primer edil, Isidro Velasco, manifestó que ayer a la mañana estaban «más tranquilos», después de que por la noche el Arga hubiese bajado con bastante caudal y «rápido». «Ahora llega el momento de evaluar», comentó el alcalde, que apuntó a que tiene la impresión de que los daños no son muy graves.
Hasta entrada la noche de ayer no estaba previsto restablecer el suministro de gas a unos 2.000 clientes de Naturgas Energía en Balmaseda, tras la rotura en la noche del miércoles de una canalización en Zalla. El percance se debió a un corrimiento de tierras en el barrio zallarra de Herrera, provocado por las fuertes lluvias de estas jornadas, lo que «empujó» a la tubería, que reventó, por lo que no explotó como se dijo en un principio. El Departamento de Seguridad informó de que el suceso se produjo a las 23.20 en el barrio de Herrera, donde se decidió desalojar un bar cercano y cerrar al tráfico la BI-3651.
El siniestro dejó sin suministro a familias y empresas de Balmaseda, entre ellas una siderúrgica. En poco más de una hora, por la noche, los operarios de Naturgas Energía dieron por subsanada la fuga de gas que originó la rotura de la conducción, aunque a lo largo de la jornada se prolongaron las labores para reparar completamente la tubería. Aunque los técnicos trabajaron «intensamente», la «complejidad del acceso», unida a «la cantidad de agua acumulada en la zanja» efectuada para la reparación, retrasó la recuperación del servicio.
Artikutza, que destaca por recoger el máximo de precipitación media anual, sumó en los últimos cuatro días 330 litros por metro cuadrado, una cantidad que «no es habitual pero tampoco excepcional».
Bildu en la Cámara de Iruñea y Geroa Bai en el Parlamento español pidieron a los gobiernos ayudas para los afectados por las inundaciones registradas esta semana «en multitud de municipios» navarros.