«La reforma educativa refuerza las desigualdades entre los territorios»
El verano pasado, Pierrette Formet tomó el cargo de cosecretaria departamental de SNUIPP-FSU, el sindicato más representado en las escuelas primarias del Estado francés. Además, es enseñante en una escuela pública de Garazi, donde da clase a veinte alumnos de seis niveles al mismo tiempo.
Ainize BUTRON | BAIONA
El Gobierno de François Hollande fijó la refundación de la escuela como uno de sus objetivos prioritarios pero, cuando falta apenas un mes para que el Parlamento empiece a debatir el proyecto, el documento presentado por el ministro de Educación, Vincent Peillon, ha creado descontento dentro del cuerpo de enseñantes. Los sindicatos, secundados por la asociación de madres y padres FCPE, llama hoy a una primera movilización. Pierrette Formet, cosecretaria en el Departamento de Pirineos Atlánticos del sindicato mayoritario en las escuelas primarias, precisa que están a favor de una refundación total del sistema escolar actual, pero no «de cualquier manera».
Las primeras informaciones sobre el cambio del horario escolar llegaron en diciembre y ya empiezan las movilizaciones. ¿Cuál es el problema?
Es una reacción a la precipitación del Gobierno. A nuestro parecer no hay ninguna razón para que la ley de refundación entre en vigor en 2013; pueden esperar a setiembre de 2014. Ha habido seis meses de debate y ahora dicen que lo van a poner en práctica. Se precipitan sin estudiar verdaderamente la financiación, sin ninguna concertación ni con el cuerpo enseñante, ni con las asociaciones de padres de alumnos ni con los electos. El texto de la reforma de los ritmos nos ha llegado esta semana y ¡nos dicen que es para setiembre de 2013! Los consejos escolares tienen que reunirse antes del 1 de marzo para hablar de ello. Lo que queremos es que el Gobierno tenga en cuenta la opinión de esta instancia. Asimismo, pedimos la creación de comités departamentales de la Educación Nacional para reunir a padres de alumnos, electos y enseñantes para que tenga lugar un verdadero debate.
En esta reforma el tema que más se ha debatido es el de los ritmos escolares. ¿Cuál es la posición del profesorado?
Según los estudios, la mitad del cuerpo enseñante está a favor y la otra mitad, en contra.
¿Cuáles son los argumentos en contra?
Todos los enseñantes están de acuerdo en que el calendario actual es muy cansado para los niños. Pero cuando se dice que se quieren reformar los horarios no solo hay que tener en cuenta la semana, sino el conjunto del año. Los enseñantes son favorables, por ejemplo, a siete semanas de clase y dos de vacaciones, como se habló en un principio. Con el nuevo calendario escolar, después de las vacaciones de Pascua habrá once semanas continuas de clase. ¡Es muchísimo! Está muy bien hablar de ritmo escolar pero, en tal caso, que se lleve el proyecto hasta el final. Los enseñantes no están a favor del statu quo, pero el cambio tiene que favorecer a los alumnos sin degradar las condiciones de trabajo de los enseñantes. Con esta reforma no hay beneficio real para los alumnos y nuestras condiciones se degradan. No esperábamos ningún milagro, pero sí esperábamos un poco de oxígeno para nuestras escuelas.
¿Qué quiere decir cuando habla de «degradación laboral»?
La jornada de seis horas es muy cansada. En eso estamos todos de acuerdo. Pasaremos de 6 horas diarias a 5h15, pero tendrán que volver el miércoles por la mañana para trabajar tres horas más. Tendrían que haber acortado verdaderamente la jornada pero, claro está, los padres y madres trabajan. No se puede quedar bien con todos; si la prioridad son los niños, tenemos que ser lógicos hasta el final.
¿Qué esperan del Gobierno, que retroceda en su reforma?
No... Lo único que queremos es que espere uno o dos años más. Eso tranquilizaría a todo el mundo. Estaría bien que se tomaran un tiempo para aclarar las dudas antes de ponerlo en práctica. Necesitamos respuestas claras sobre la organización del tiempo de enseñanza, sobre el coste... Llega un momento donde hay que saber decir stop.
El problema es que hay muchas incógnitas. Esa última hora podrá servir para extraescolar , para horas de estudio o trabajos perieducativos. El Gobierno dice que cada escuela o mancomunidad tendrá que organizarse. Lo lógico hubiese sido que diera un mínimo de garantías para todos. Angelu ya ha organizado su tiempo porque tiene medios que no tiene un municipio como Donibane Garazi. Las desigualdades entre los territorios frente a la educación existían; la reforma va a reforzarlas. ¿Quién pagara los últimos 45 minutos?
El mismo problema existirá entre los alumnos al tener que decidir quiénes van a deporte y quiénes se quedaran en el estudio. Pero, claro, lo importante es que los alumnos no salgan de clase demasiado pronto... La reforma, tal y como está presentada hoy en día, reforzará las desigualdades.
También critican la Carta Escolar porque este año no prevé la creación de ningún puesto de enseñante para el Departamento de Pirineos Atlánticos...
Hacen medias que no corresponden a la realidad de nuestras escuelas. Hay una problemática propia de las escuelas en el medio rural, así como la relativa a las escuelas bilingües. Existen hoy en día escuelas maternales con 28 o 30 alumnos por clase; en otras, los profesores tienen distintos niveles de enseñanza al mismo tiempo... Con la reforma tendremos que dar clases de Internet, de moral laica, pero sin financiación. Es imposible aumentar el programa y pensar que se va a funcionar de la misma manera.
¿Hay un verdadero malestar en el mundo de la enseñanza?
El malestar es global. Pensábamos que con este Gobierno había una pequeña esperanza, pero al final es lo mismo que Sarkozy. El enfado va creciendo... Hemos previsto acciones durante toda esta semana en distintas ciudades de Francia para decir que queremos una ley que beneficie a los alumnos. Para los enseñantes, lo único que pedimos es que no sea peor que lo que tenemos.
«No esperábamos ningún milagro con la nueva reforma educativa, pero sí que esperábamos un poco de oxígeno para nuestras escuelas»