La Organización Internacional del Trabajo (OIT) confirma en su informe «Tendencias mundiales del empleo 2013» que el desempleo continuará creciendo en el mundo hasta, por lo menos, 2017 y que serán los jóvenes quienes peor lo tendrán durante este quinquenio. Confirma que «los mercados de trabajo mundiales se están deteriorando de nuevo».

Las predicciones se basan en dos elementos destacados: «la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y a las inadecuadas políticas que se han implementado para lidiar con ello, han debilitado la demanda agregada, frenando así las inversiones y la contratación», manifestó ayer Guy Ryder, director general de la OIT.

El desempleo en el mundo acumula ya 197 millones de personas en paro y 39 millones más han abandonado el mercado de trabajo «ya que las posibilidades de encontrar un empleo se demostraron inalcanzables», dice el informe. El Estado español es el que más paro aporta en las economías desarrolladas.

Desde que comenzó la crisis económica, cinco años atrás, el desempleo ha aumentado en 67 millones de personas. Lo peor es que, «aunque hay un repunte moderado en el crecimiento de la producción entre 2013 y 2014», el paro sumará 5,1 millones más de personas en 2013 hasta los 202 millones y otros tres millones más en 2014; con lo que se cerrará con 205 millones de desempleados en el mundo. «Una cifra excesivamente alta», a juicio de Guy Ryder, que «obliga a adoptar medidas eficaces para impulsar el empleo de calidad».

Mujeres y jóvenes, afectados

Los jóvenes «continúan gravemente afectados por la crisis». Son 73,8 millones desempleados a nivel mundial, y «medio millón más irá al desempleo en 2014». La tasa de desempleo juvenil creció hasta el 12,6%, casi el doble que la tasa general, pero llegará al 12,9% en 2017. Alrededor del 35% de los jóvenes parados «ha estado sin empleo durante seis o más meses en las economías avanzadas, frente al 28,5% de 2007».

De nuevo, Europa concentra uno de los problemas fundamentales porque alrededor del 12,7% de los jóvenes «ni trabaja, ni estudia ni recibe formación». La OIT dirige el dedo de culpabilidad a las economías avanzadas, que han generado la cuarta parte del desempleo en 2012. Así, el organismo internacional determina que «la incoherencia entre las políticas monetarias y fiscales adoptadas en diferentes países y un enfoque poco sistemático hacia el sector financiero y los problemas de la deuda soberana, en particular en la zona euro, han provocado que la incertidumbre perjudique las perspectivas mundiales».

La OIT advierte en el informe «Tendencias mundiales del empleo 2013» que en las economías desarrolladas, sobre todo en la Unión Europea, «la tasa de participación de la fuerza de trabajo descendió en casi un punto porcentual y se estima que disminuya aún más a medida que el desempleo de larga duración y las débiles perspectivas de la economía desalienten a las permanecer en el mercado de trabajo».

Dividendos antes de contratos

Por otro lado, el informe recuerda que «en muchos países, las inversiones aún no se han recuperado hasta los niveles anteriores a la crisis» y añade que «la indecisión de los responsables de la formulación de políticas en diversos países ha generado incertidumbre sobre las condiciones futuras y, en cambio, ha reforzado la tendencia de las empresas a aumentar los excedentes de efectivo o a pagar dividendos antes que expandir su capacidad y contratar nuevos trabajadores».

Guy Ryder confirmó en la presentación del informe que «las tasas de creación de empleo son particularmente bajas, como generalmente ocurre después de una crisis financiera». En este caso, la OIT advierte de que «en las economías avanzadas, las tasas de destrucción de empleo aumentaron de nuevo tras una breve pausa en 2010, lo cual indica que probablemente habrá una nueva reestructuración antes de que pueda esperarse un repunte más consistente en los mercados laborales».