23º Mundial masculino (1/4 de final)
La puerta hacia las medallas
Francia y Croacia, las dos mejores selecciones de la última década, protagonizan el choque más atractivo.
Juan Carlos ELORZA
Las ocho selecciones clasificadas para cuartos de final constituyen la crème de la crème del balonmano mundial, junto a la ausente Suecia, la más laureada de la historia y actual subcampeona olímpica, que se quedó fuera de esta edición al caer en la eliminatoria a doble partido ante... Montenegro (41-40 en el marcador global a doble partido), la única selección europea que no ha llegado a octavos de final.
Alemania, Croacia, España, Francia y Rusia ya han sido campeonas del mundo; Dinamarca -cuyo juego le sitúa ahora mismo como máxima favorita- fue subcampeona en el último Mundial (Suecia 2011), y es la actual campeona europea; y Eslovenia y Hungría tienen menos pedigrí, pero forman parte de la elite en la última década.
RUSIA-ESLOVENIA (18.15, Barcelona). Eslovenia ha ganado los 6 partidos que ha jugado, y atraviesa el mejor momento de su corta trayectoria internacional, mientras que Rusia ha sembrado más dudas, sobre todo en el partido de octavos ante Brasil, resuelto por la mínima diferencia. Ambas tienen jugadores con escasa experiencia internacional, a lo que hay que añadir que el seleccionador ruso Oleg Kuleshov también es nuevo e inexperto en estas lides. Dos porteros veteranos (Levshin y Skof), con estadísticas casi idénticas, y dos equipos con recursos similares: sus mejores goleadores son dos extremos (Dibirov y Gajic), y cuentan con poderosos laterales (Gorbok, Igropulo y Shishkarev los rusos; Dolenec y Mackovsek los eslovenos). La calidad y experiencia del central esloveno Uros Zorman podría decantar la balanza.
ESPAÑA-ALEMANIA (19.00, Zaragoza). La enésima renovación de la selección alemana ha llegado con buenos resultados y un equipo más alegre en su juego de lo que suele ser habitual. Un dato: es la única selección en la que todos sus jugadores juegan en su país. Desde el pasado Mundial ha cambiado más de la mitad del equipo, con las primeras novedades en el Europeo de Serbia, completadas ahora en el Mundial. Heinevetter en la portería, con Haas, Klein y Christophersen, aportan experiencia a los más jóvenes y novatos Weinhold, Groetzki y Wiencek, que están brillando en este campeonato. Roggisch, el más veterano del equipo con sus 34 años y 186 internacionalidades, aporta dureza a su defensa. España, reforzada tras su victoria ante Serbia, parte como favorita porque es mejor equipo y juega en casa. Todavía espera la llegada del mejor Sterbik, bastante gris en lo que va de Mundial, aunque hasta ahora el equipo no se ha visto muy forzado, salvo la derrota ante Croacia. Su buena defensa, y la capacidad de anticipación de sus extremos (entre los cuatro llevan el 26% de los goles), le está permitiendo correr al contraataque y, en el juego organizado, mientras Maqueda aporta el lanzamiento de 9 metros (aunque con porcentajes discretos), la conexión con Aginagalde es su otro gran recurso.
DINAMARCA-HUNGRÍA (20.45, Barcelona). Dinamarca es la selección que mejor juego ha desplegado hasta ahora y cada día que pasa se convierte en más favorita al título. Eggert y Lindberg, sus dos extremos y máximos goleadores, lideran la tabla de anotadores de la Bundesliga. Hansen es probablemente el mejor lateral izquierdo del mundo, y tiene detrás a Markussen, que está jugando muchos minutos, lleva 22 tantos y aporta un lanzamiento de distancia cada vez más demoledor. Pero las eliminatorias directas siempre suponen un riesgo. Hungría solo ha llegado dos veces a las semifinales en un Mundial, y dispone de un grupo de jugadores experto y con calidad, liderado por Csaszar y Nagy. Tiene pocas opciones, pero no hay que descartarla de antemano.
FRANCIA-CROACIA (21.30, Zaragoza). Un choque que llega demasiado pronto, y que dejará a una de las tres mejores selecciones del torneo (junto a la danesa) fuera de la lucha por las medallas. Como quien firma un pacto con el diablo, esta generación francesa parece perdurar eternamente. El título olímpico de Londres parecía marcar el inicio de una profunda renovación, pero solo se ha ido Bertrand Gille. La más veterana de las ocho cuartofinalistas (29’4 años de media, 8 jugadores por encima de los 30 años) solo está dispuesta a ceder el paso si les echan de la pista. Este bloque ha ganado los dos últimos torneos olímpicos, los dos últimos Mundiales y el penúltimo Europeo. Pero hoy se mide a uno de los pocos rivales que está a su altura. Croacia se ha rejuvenecido, sin Balic ni el lesionado Lackovic, con Duvnjak al mando del juego y el mejor portero del torneo, y es un rival que siempre da la talla en los campeonatos.