Entrenamiento en Zubieta
Que Vigo no depare un aterrizaje forzoso
Markel Bergara e Iñigo Martínez coinciden en que ya va siendo hora de olvidarse del Barcelona y pensar en un Celta que lo pondrá igual de complicado.
Jon ORMAZABAL
Como ayer bien se encargó de recordar Markel Bergara, lo del sábado en Anoeta fue una especie de película que, ni el mejor guionista hubiera podido diseñar mejor, con remontada en el último minuto contra un rival inaccesible y justo unas horas antes de que Donostia estallase en su día grande. Sin embargo, como para muchos donostiarras, la arriada de bandera, en la que tuvieron un papel protagonista, fue el aviso de la vuelta a la realidad para los integrantes de la plantilla txuri urdin. Aún con los recuerdos frescos en la memoria de una noche mágica, los realistas ya se están conjurando para que el aterrizaje en Vigo de la nube en la que viven desde el sábado, no resulte de emergencia.
Y es que, por mucho que la clasificación actual pueda sugerir lo contrario, Balaídos no es un campo demasiado accesible para una Real que solo ha ganado en Vigo una vez (2-5 en la 2003-04) en las últimas 17 visitas de ambos equipos en Primera. Tampoco conviene olvidar que la mejor Real del siglo XXI, la del subcampeonato en la 2002-2003, se dejó en la ciudad gallega sus opciones de lograr su tercera Liga.
Una década después, con un equipo joven y victorias como la del pasado sábado, la Real vuelve a ilusionar a su afición con poder volver a Europa, pero para ello se antoja indispensable dar continuidad a lo vivido la víspera de San Sebastián en un partido completamente diferente como el de Balaídos. «Todos sabemos que el fútbol es muy cambiante y que, si no sacamos algo positivo en Vigo, todo lo de Barcelona se olvidará enseguida. Será un partido totalmente diferente, pero será tan complicado como ante el Barça», señaló Markel Bergara.
Su compañero Iñigo Martínez utilizó un discurso bastante similar, aunque entiende que el haber logrado superar a un rival como el líder de la Liga supondrá un estímulo moral y les dará «más vida» para competir en un campo complicado. «Ellos necesitan puntos y nosotros queremos pelear por estar arriba, por eso hay que ir a por el partido para seguir sumando», señaló el ondarrutarra.
Además, especialmente en Anoeta, a la Real le está costando mucho más sacar adelante los partidos ante equipos con problemas clasificatorios, como pudo ser ante Osasuna o el Deportivo. «Sí que es verdad que, últimamente, nos está costando más sacar adelante los partidos con los de abajo que, normalmente, con la situación en la que se encuentran, se suelen meter más atrás, ya sea por cosas sicológicas o por formas de jugar. Ante estos equipos no hemos encontrado el hueco, pero creo que ha sido algo anecdótico y por lógica es más accesible ganar a los de abajo», apuntó el centrocampista de Elgoibar.
Mirar hacia arriba
A pesar de que el discurso oficial siempre haya sido el de, primero amarrar la permanencia, con 29 puntos en el casillero, a solo dos del sexto puesto, y prácticamente toda una vuelta por disputar, el vestuario empieza ya a ponerse objetivos más ambiciosos y Markel entiende que ya va siendo hora de dejar de mirar por el retrovisor. «Si miramos los puntos que tenemos actualmente en la clasificación, tenemos muchas más opciones de mirar hacia arriba que hacia abajo, objetivamente es así y siempre hemos dicho que queremos dar un paso para adelante, pero siempre viendo cómo va la liga. Ahora mismo, creo que podemos aspirar más a mirar hacia arriba que para abajo y con esa intención vamos a Balaídos», apuntó.
Iñigo Martínez, por su parte, prefirió emplear un discurso mucho más prudente, recordando lo apretada que está la clasificación en su zona central. «Ahora mismo estamos peleando por esos puestos de arriba, pero con tres partidos que pierdas estás abajo y los de abajo vienen pegando fuerte. No hay que relajarse hay que seguir sumando partido a partido, ya que, a la mínima que pierdas, vas a ir para abajo».
En el apartado físico, la Real entrenó ayer en Zubieta con la ausencia de cuatro futbolistas por motivos físicos. La novedad fue la ausencia de Chory Castro, que fue baja por un fuerte golpe en la clavícula. No obstante, los médicos confían en que podrá estar en condiciones de jugar en Vigo. No está tan claro que pueda hacerlo Mikel González, con una fuerte contusión en el muslo derecho, aunque se es optimista. Mucho más complicado parece que puedan ser de la partida Jon Ansotegi y David Zurutuza, cuya recuperación va para algo más largo.
Claudio Bravo, que ayer volvió a entrenarse a un ritmo menor que sus compañeros en Zubieta, ha sido convocado por su selección para el encuentro amistoso que Chile disputará el próximo 6 de febrero ante Egipto en Madrid, concretamente en el Estadio Vicente Calderón.
La LFP comunicó ayer los horarios de la 23ª jornada de Liga y, tras enfrentarse este sábado al Celta en Balaídos, los de Philippe Montanier repetirán dos domingos consecutivos. Eso sí, recibirán al Mallorca en Anoeta el día 3 a las 21 horas y visitarán La Romareda una semana después a partir de las 17 horas.
Al margen de la Liga 2002-2003, que se esfumó en Balaídos, el campo vigués no es especialmente propicio para la Real, que solo ha conseguido una victoria (2-5 en la 2003-04) en los últimos 17 enfrentamientos en Primera.
Chory Castro, con un fuerte golpe en la clavícula, no se entrenó ayer con el resto de compañeros. Mikel González es duda para el sábado con una contusión en el muslo derecho y Ansotegi y Zurutuza parecen descartados.