Poco se sabe del texto de la reforma de la Ley del Aborto que impulsa el ministro español de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, pero lo que ha trascendido hasta la fecha no deja lugar a dudas al movimiento feminista de Euskal Herria de que el cambio que defenderá el PP, «siguiendo los dictados de los sectores y las organizaciones más reaccionarias de la Iglesia católica», irá «en contra del derecho y libertad de las mujeres».

La legislación vigente establece el derecho de las mujeres a decidir sobre la interrupción del embarazo hasta la semana 14 y se inspira en las leyes de plazos vigentes en Europa. Frente a esa reforma impulsada por el PSOE en 2010, los planes del Ejecutivo de Rajoy se han llegado a catalogar «de vuelta al franquismo».

Por ello, en una comparecencia ante los medios de comunicación ayer en Donostia, representantes del movimiento feminista de Euskal Herria anunciaron que están diseñando «una campaña de oposición y lucha contra la reforma restrictiva de la Ley de 2010».

No detallaron un programa concreto de movilizaciones, a la espera del debate que abrirán el próximo 2 de marzo con todo el movimiento feminista y las mujeres, de cara a hacer una reflexión «sobre cómo vemos la reforma». Habrá una lectura común, sobre la que se diseñarán después las movilizaciones.

«No tenemos muchos datos sobre esa reforma más que las opiniones manifestadas por Gallardón», explicaron desde el movimiento feminista, al tiempo que precisaron que lo que está claro es que se planteará «un cambio que no será para despenalizar ni irá en el sentido de las demandas del movimiento feminista, sino que supondrá un retroceso que equiparará al Estado español a los estados más regresivos en esta materia. Es decir, que la referencia no será Holanda, sino El Vaticano».

En este contexto, las representantes del movimiento feminista en Euskal Herria dejaron sentado que habrá una respuesta firme en la calle a los intentos por retroceder en la pérdida de derechos para las mujeres.

De hecho, el movimiento feminista reiteró que «la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho de las mujeres» y recordó que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó una resolución en la que exige a los 47 miembros «despenalizar le aborto si no lo han hecho aún». Según resaltaron, se reconoció que el aborto es un derecho y que los gobiernos deben garantizar esta práctica accesible y segura, entre otras cuestiones.