Andy Murray jugará mañana la final del Abierto de Australia contra Novak Djokovic, tras derrotar a Roger Federer en semifinales y en cinco sets -6-4, 6-7 (5/7), 6-3, 6-7 (2/7)-.

El actual tercer jugador mundial disputará su sexta final de un torneo del Grand Slam e intentará lograr su segundo título importante, tras ganar el pasado US Open, sin contar el oro logrado en agosto en los Juegos Olímpicos de Londres'2012.

La repetición de la final entre Murray y Djokovic en un Grand Slam, como en el US Open, tiende a confirmar que el tenis vive un cambio de era y de jerarquía con la aparición de una nueva rivalidad que parece querer relevar a la de Federer y Nadal. Mientras que el serbio se clasificó el jueves con una fácil victoria sobre Ferrer (6-2, 6-2, 6-1), Murray perdió contra Federer sus dos primeros sets en el torneo, aunque acabó superando al suizo, que solo pudo quedarse con dos mangas en el tie-break.

El partido pudo terminar antes, ya que Murray sacó para ganar la semifinal con 6-5 a su favor en el cuarto set. Pero Federer arriesgó más en el resto para aplazar la victoria del escocés e imponerse en la segunda muerte súbita del partido. «Con 6-5 a mi favor, Roger logró golpes increíbles y después estuvo muy sólido en el tie-break, que no ha sido el mejor que he jugado», dijo el vencedor.

Pero el suizo acusó el golpe físicamente y Murray aprovechó para tomar ventaja rápidamente en la decisiva quinta manga, en un partido que duró cuatro horas exactas.

Murray, que lleva una seguidilla de 13 victorias en partidos de Grand Slam, entre el US Open y el Abierto de Australia, rompió seis veces el servicio del genio de Basilea, perdiendo sólo dos veces el suyo, para lograr 62 golpes ganadores, incluidos 21 aces, y 47 errores no forzados, mientras que el suizo hizo más errores que golpes ganadores.

De Londres a Melbourne

Con esta victoria, la primera en un torneo de Grand Slam contra Federer en cuatro partidos, el escocés ha probado que es otro jugador desde que ganó su primer título importante con el US Open en setiembre. «Era conocido por haber perdido algunos grandes partidos en el pasado. Haber ganado un gran título y haber batido a Roger (Federer) en la final de los Juegos Olímpicos también me ayudó hoy -por ayer-», explicó Murray.

Con más confianza, más estable, más fuerte que en el pasado, el escocés desafiará mañana a Djokovic, que lidera con 9-7 las confrontaciones entre ambos. «He escuchado que Novak jugó muy bien en semifinales. Sé que en esta pista juega su mejor tenis, que ha ganado ya tres veces aquí. Tendré que hacer un partido increíble», señaló. Federer, que seguirá siendo el número dos mundial por delante de Murray al término de este torneo, perdió por tercera vez consecutiva en las semifinales de la gran cita aussi, una competición que ha ganado en cuatro ocasiones.

Para el suizo, el récord de victorias en torneos de Grand Slam queda bloqueado en 17, sabiendo que con casi 32 años le será cada vez más difícil rivalizar físicamente con sus jóvenes oponentes. «Andy sacó bien y corrí siempre detrás en el marcador. Al final, fue un poco mejor que yo. Esperaba hacerlo mejor, pero globalmente, estoy satisfecho de mi torneo. He jugado un buen tenis, estaba en forma. Me voy con buenas sensaciones para el resto de la temporada. He comenzado bien 2013», admitió.

«Andy juega con más confianza, está más tranquilo desde sus triunfos en los Juegos Olímpicos y en el US Open. Pero pienso que Novak (Djokovic) es el favorito de la final», añadió el suizo.

Por su parte, las italianas Sara Errani y Roberta Vinci ganaron el título femenino de dobles al vencer en la final a las australianas Ashleigh Barty y Casey Dellacqua, por 6-2, 3-6, 6-2. Éste es el 14º título ganado por las italianas y el tercer Grand Slam tras imponerse el año pasado en Roland Garros y el US Open.