LAB denunció ayer la pretensión del grupo Kider de despedir a 163 trabajadores, la mayoría en las plantas que tiene la empresa en Euskal Herria. Para frenar esa decisión, llamó «a la movilización como única garantía para defender la totalidad de los empleos».

Por medio de un comunicado, la central sindical que lidera Ainhoa Etxaide explicó que el expediente de rescisión de empleo afecta a 163 trabajadores. De Barakaldo serán 57 puestos y en las fábricas de Amurrio, otros 39, y de la planta de Murga en Aiara, otros 50.

LAB afirma que a estos despidos hay que añadir otros cerca de los 60 puestos «destruidos hace un año a través de diferentes vías aplicadas por la empresa en sus plantas». Entiende que los trabajadores «están siendo víctimas de una estrategia empresarial, basada únicamente en la rentabilidad de su capital, olvidando los enormes beneficios que han ido a parar a sus bolsillos en estos últimos años», ya que se dedica a la fabricación de mobiliario para comercios.