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«Afganistán es el gran ejemplo de la hipocresía occidental»

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Mónica Bernabé
Periodista

Mónica Bernabé trabaja para varios medios de comunicación desde Afganistán, donde reside desde 2007. Invitada por el foro feminista María de Maeztu, el pasado jueves presentó en Gasteiz el libro «Afganistán. Crónica de una ficción», una crónica periodística desde su experiencia personal en el país.

Pablo RUIZ DE ARETXABALETA | GASTEIZ

Mónica Bernabé describe en el título de su libro la situación de Afganistán como una ficción porque detrás de la imagen de un país en transición a la democracia que venden las potencias occidentales que ocupan el país, no hay nada que asegure un futuro digno para la población.

EEUU y los países que tienen tropas en Afganistán preparan su retirada. ¿Qué pasará cuando salgan las tropas?

La población civil hace chistes sobre que 2014 será el fin del mundo en Afganistán. El año pasado fue el primer país por número de peticiones de asilo. Es también un problema para el empleo, por la gente que trabaja para la ONU, organismos internacionales, ONG... la economía también puede colapsar.

Usted califica de ficción la imagen de una transición a la democracia.

La comunidad internacional habla de democracia, de desarrollo, de transición y en cambio allí te das cuenta de que es todo un escaparate, un discurso de cara a la galería y de que no hay nada con fundamento. Los discursos oficiales hablan de la preparación de la Policía y de Ejército afgano para hacerse cargo del país, pero un país no se sostiene solamente con las fuerzas de seguridad. No se habla del Gobierno ni del sistema judicial que es un auténtico desastre. Hay dos grandes grupos: los talibán y los señores de la guerra, que controlan el gobierno y el parlamento afgano, lo que no augura que el país vaya a ninguna parte. Estos mensajes que se nos repiten de que Afganistán está preparado para la transición no son ciertos.

¿Una excusa para la retirada?

Lo que quiere la comunidad internacional es irse. Se ha convertido en un pozo sin fondo de dinero. Constantemente mueren soldados, que hace que los gobiernos paguen una factura política que no interesa. Lo que están intentando ahora es estabilizar al máximo para que si se hunde, podamos decir «los afganos en cuanto les dejamos solitos son un desastre. Han hundido el país en solo un año», que es lo que previsiblemente va a ocurrir. Ya se ha empezado a notar que disminuye el dinero que llega.

Critica especialmente en qué manos se deja el poder.

Después de los atentados del 11-S Estados Unidos recurrió a las facciones que había armado en la guerra contra la URSS, generaron el caos absoluto, arrasaron Afganistán y provocaron la llegada de los talibán por ese gran caos; ahora resulta que son nuestros amigos, los grandes demócratas que decimos que hay ahora. Son gente totalmente conocida y presentarlos como demócratas es un completo absurdo. Afganistán es el gran ejemplo del cinismo y la hipocresía occidental.

¿Qué panorama prevé entonces?

Creo que se van a mantener tropas internacionales. Dudo que EEUU se vaya totalmente, puede mantenerse en grandes núcleos de población: Kabul, Kandahar, Herat... Curiosamente, se ha ampliado una base cercana a la frontera con Irán. Van a intentar mantener el gobierno como sea y lo que ocurra en el resto del país quedará fuera de control. Como está ocurriendo actualmente en algunas zonas de donde se han retirado tropas. No será el centro de los medios de comunicación. La mayoría se irá y las inversiones extranjeras se reducirán, como ya ha empezado a ocurrir, y saldrá perdiendo la población.

Se está comenzando a hablar con los talibán. ¿Es previsible su regreso?

Los talibán tienen capacidad para actuar donde quieran en el país. Sí están intentado negociar es porque quieren entrar en el gobierno, si no, no tienen necesidad. A la comunidad internacional le interesa porque daría cierta estabilidad en el sentido de neutralizar la insurgencia. Pero no en cuanto a llevar el país a alguna parte, y la población saldrá perdiendo una vez más. No significa que los talibán se hagan con el control del gobierno sino que pactarían controlar una parte y los mujahidin otra parte. Con un gobierno con una serie de personajes a los que no les interesa para nada la población es difícil saber qué futuro le espera al país. No hay garantía de que no empiecen a luchar entre ellos por controlar el poder. En la actualidad se está creando la Policía local, en realidad son milicias locales. EEUU les han instruido durante dos semanas y les han puesto a combatir. Se han distribuido muchas armas y la situación puede degenerar en una guerra. Se están repitiendo los mismos errores que se cometieron en la guerra contra la URSS.

Usted trabaja en asociaciones por los derechos de las mujeres afganas pero cuestiona la simplificación de la represión en el burka.

En Kabul la mayoría de mujeres va sin burka. Fuera de Kabul en casi todas partes ves mujeres con burka. Hay que ponerse en el contexto. De la misma manera que si viera en Vitoria una mujer con burka me quedaría de piedra, en Kabul ni me doy cuenta y si viera una chica con minifalda, diría «¿dónde va esta loca?». El burka es una prenda tradicional y se ha convertido en una prenda de protección. El anonimato es la mejor arma. Nunca me he encontrado una mujer que me haya dicho que el burka sea un problema. Me llena de cierta tristeza cuando la gente me pregunta por el burka. porque realmente la situación de las mujeres es tan tremenda que el burka es una simple anécdota.

¿Cómo es esa situación?

La violencia contra las mujeres afganas empieza desde su propia familia. Es tradición que los padres escojan el marido para su hija. Los matrimonios por amor están mal vistos porque socialmente no está bien visto que un hombre y una mujer mantengan relación, ni de amistad. La chica ve al hombre con el que se va a casar el día de la boda y no sabe exactamente lo que va a pasar. Su madre le dice que le va a doler pero no sabe exactamente qué le va a doler ni qué le va a ocurrir. La noche de bodas es violada. Y luego se dedica a tener hijos y a ser la criada de esa familia donde ha ido a vivir. Ese es el gran drama de las mujeres en Afganistán. Además el hecho de que el hombre pague una gran cantidad de dinero, significa que es de su propiedad y puede hacer con ella lo que le dé la gana. Esta implicada toda la sociedad, desde las clases altas a las clases bajas. Eso no se puede cambiar en diez años ni en quince. Necesita generaciones y necesita que haya paz, educación -el 80% de la población es analfabeta- y un desarrollo económico.

 

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«Las facciones que generaron el caos absoluto, los señores de la guerra que arrasaron Afganistán y provocaron la llegada de los talibán, ahora resulta que son nuestros amigos, los grandes demócratas»

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