ESPAÑA 26

ESLOVENIA 22

Tampoco en la semifinal logró España que su juego brillara. Eslovenia peleó mientras le duraron las fuerzas, explotó con habilidad los problemas de la defensa rival en los últimos minutos de la primera mitad, y tras el descanso cedió ante el poderío físico de la barrera española -que se mostró más agresiva y contundente- y la aparición de Sterbik, que despertó en los minutos iniciales de la reanudación con varias paradas seguidas. Sierra había salido como titular, pero Valero Rivera lo cambió en el minuto 12 tras encajar cinco goles sin conseguir tocar ningún balón, volviendo a incidir en el problema de la portería.

Pese a ello, y al mal día de su segunda línea (fallones y desconectados Tomás y Rocas, que fallaron un penalti cada uno, y también Aginagalde bajó sus porcentajes -Skof le paró tres remates-), España nunca pasó agobios en el partido.

Eslovenia manifestaba sus carencias desde el inicio, solo el lateral zurdo Dolenec, con sus penetraciones, hacía algo de daño a la defensa española, y Zorman no aprobaba el reto físico del partido, lo que le llevó muchos minutos al banquillo y a pasar casi desapercibido en el juego. Además, en el inicio de la segunda parte perdió el norte con dos lanzamientos precipitados y muy malos, uno blocado por la barrera y otro parado sin dificultad por Sterbik, que mostraban la escasa fe eslovena en la victoria.

Con un juego insulso, pero el partido encarrilado antes del minuto 20 (12-7), España encajó un 1-5 en los mejores momentos del extremo zurdo Marguc, con Eslovenia aprovechando los problemas en el repliegue defensivo español a la hora de hacer los dos cambios ataque-defensa. En la reanudación Rivera se ahorró uno de ellos para limitar los riesgos y, tras diez minutos de juego penoso (dos goles por equipo), un parcial de 6-0 (del 15-14 al 21-14) rompió el partido definitivamente para los anfitriones.