El PSE pretende recuperar su papel como socio preferente del PNV en la negociación presupuestaria. Un buen ejemplo de ello es la entrevista concedida ayer a la agencia Efe por su secretario general, Patxi López, en la que se confiesa dispuesto a hablar y acordar con el partido que lidera Andoni Ortuzar las primeras cuentas del Gobierno de Iñigo Urkullu. López pide directamente a los jeltzales un gesto para entablar el diálogo.

El anterior lehendakari les recuerda que sacar adelante los presupuestos es un problema del Ejecutivo, no de la oposición en la Cámara de Gasteiz, pero de momento confiesa que no conocen los planteamientos del nuevo Gobierno, «lo que demuestra que el PNV tenía más ganas de llegar al poder que ideas para gobernar».

López agregó en su reflexión que «parece que el PNV ha encontrado su pareja en el baile de los recortes, que es el PP, pero no suman en el Parlamento. En el PSE hemos dicho siempre que estamos dispuestos a hablar y acordar, pero en base a unas políticas y unos planteamientos claros; de momento no conocemos ninguno».

«No sabemos nada de los presupuestos ni de esos 1.200 millones que dicen todos los días que hay que recortar», una cifra que le preocupa, porque considera que 1.200 millones «no se recortan sin tocar la sanidad, la educación o las políticas sociales, si no se traspasan las líneas rojas». El secretario general del PSE añadió que «lo único que sabemos es que a pesar de todo lo que criticaron van a seguir endeudándose e incluso van a utilizar la deuda que el gobierno anterior no usó, que van a aplicar el copago, que no van a recurrir la ley Wert y que han anunciado la congelación salarial de los funcionarios».

Patxi López no está de acuerdo con esta última medida, porque «el problema es que las consecuencias de la crisis se cargan permanentemente sobre las espaldas de los mismos, en este caso los funcionarios. A ver si llega el momento de que las consecuencias se carguen sobre los que más tienen, porque la brecha se está profundizando y eso acaba con una fractura de la cohesión social».

Reformar la fiscalidad

Una oportunidad para ello es, a su juicio, la reforma fiscal, que los jeltzales «nos negaron durante cuatro años. Ahora de repente en cuanto llegan al gobierno dicen que hay que hacerla. Urkullu tendrá que reconocer y asumir -resaltó- su responsabilidad de que Euskadi no haya contado con los recursos suficientes para hacer las políticas para enfrentarnos a la crisis. No sé si la palabra es perdón, pero es evidente que ha sido el responsable de que no se haya hecho la reforma».

Abogó porque «la reforma fiscal la decidamos en el Parlamento; no tiene sentido que las Juntas decidan una reforma fiscal diferente cada una». «No son buenas noticias las que nos llegan del Gobierno vasco, lo que nos llega es una ausencia total de ideas», resumió.

Por otra parte, aclaró que los altos cargos del PSE que cobraron la paga extra de diciembre -el lehendakari y sus consejeros no la percibieron- tienen «voluntad de devolverla». Según Patxi López, si todavía no la han devuelto es porque «tenemos una problema en la relación con el Gobierno y no conseguimos la comunicación para ver cómo hay que devolverla. Cuando uno está en el gobierno se da cuenta de las dificultades que existen dentro del entramado técnico que hay, pero la voluntad es devolverla», insistió en su explicación del caso.