23º Mundial masculino (Final)
Dinamarca parte favorita Croacia logra su primer bronce en un Mundial
Los antecedentes inmediatos y las estadísticas del torneo favorecen a los daneses, pero España confía en su condición de anfitrión.
Juan Carlos ELORZA
Dinamarca, este grupo concreto de jugadores, buscará por segunda edición consecutiva el primer título mundial para el pequeño país nórdico, tras caer en la épica final de Suecia 2011 ante Francia (37-35 en la prórroga), después de haber eliminado en semifinales a España (28-24).
En su historia será la tercera final de un Mundial, aunque la primera se produjo en 1967, cuando todavía no había nacido ninguno de los actuales jugadores, y su seleccionador Ulrik Wilbek -distinguido hace unos días como el mejor entrenador mundial de 2012- tenía solo 9 años.
España llega a su segunda final, y la anterior la ganó, en Túnez 2005, a Croacia (40-34, en el tiempo reglamentario, la final con más goles de la historia del campeonato, seguida por la de Suecia 2011). De aquel equipo solo quedan Entrerríos y Rocas.
En las 23 ediciones disputadas, solo en siete ocasiones el anfitrión ha logrado llegar a la final, imponiéndose hasta ahora en cuatro de ellas (Alemania 1938, Suecia 1954, Francia 2001 y Alemania 2007), y perdiendo dos (RDA 1974 y Croacia 2009).
Y, por último, en los cuatro últimos campeonatos los caminos de España y Dinamarca se han cruzado, siempre con igual resultado: victoria danesa. En el Europeo 2010: 34-27 en el partido por la 5ª plaza; en el Mundial 2011: 28-24 en semifinales; en el Europeo 2012: 25-24, también en semifinales; y en los Juegos Olímpicos de Londres: 24-23 en el Grupo B de la liguilla previa.
Hasta aquí los datos históricos. Los de los últimos días vuelven a presentar como favorito a Dinamarca, y la sensación que queda tras haber seguido a ambos equipos es que España debería jugar al límite de sus posibilidades para poder aspirar a la medalla de oro, mientras que a Dinamarca no le haría tanta falta explotar todos sus recursos al 100% para lograr el mismo objetivo, porque parece superior.
Línea a línea, Dinamarca se ha mostrado mejor en la portería (36% de acierto en total, por 34% de España, y una diferencia aún mayor entre los titulares, con Landin en el 38% y Sterbik en el 32%); en los extremos la aportación goleadora danesa es mayor (119 goles por 99) y también el porcentaje de acierto (79% por 71%); la de los pivotes es similar: 34 goles de 44 remates para España (77%) y 32 de 41 Dinamarca (78%); y en la primera línea también es mejor Dinamarca, con 121 goles por 99 (55% de acierto sobre 49%). Si se apura más, a los lanzamientos de más allá de los nueve metros, la capacidad danesa de romper las defensas rivales es la mayor de todo el campeonato, con 77 goles de 158 lanzamientos (48%), mientras España se queda muy lejos en un discreto 52 de 143 (36%).
En un aspecto más específico, de 29 penaltis lanzados los daneses solo han fallado uno, y España ha errado 8 de 27. En los recibidos ambas porterías están empatadas: 7 paradas de 24 para Dinamarca, y 5 de 17 para España, un 29% en ambos casos.
Pero a partir de las 17.15 de esta tarde, en el Palau Sant Jordi de Barcelona, será una historia nueva. Dinamarca tiene más calidad, pero la historia recuerda un poco a la final del último Europeo, en que los anfitriones serbios llegaron a la final y pelearon por ella.