El macizo de Arbaila (Arbailles) extiende sus valles, bosques y roquedos formando una frontera agreste entre Nafarroa Beherea y Zuberoa. Sin más poblamiento que algunas majadas de pastores, cubierto de hayedos en su mayor parte y erizado de lapiaces fuertemente erosionados, Arbaila constituye uno de los paisajes más sugestivos y desconocidos de Euskal Herria.

Entre las variadas opciones que nos ofrece este macizo, vamos a escoger la ascensión a la cumbre de Bohorkortia desde el valle de Biduze, cuya ruta permite al montañero recorrer la variedad de paisajes que componen este macizo.

El caserío de Arla (248 m), situado a 3 km de Donaitxi Ibarre (St. Just -Ibarre) y a 18 de Donibane Garazi, será el punto de partida de nuestra excursión. Desde el aparcamiento de una zona de picnic iniciamos la andadura por una amplia pista que sigue en paralelo al curso del Biduze, cuyas aguas vamos a ir remontando hasta su nacimiento.

Después de caminar por la pista unos 3 km (40 min) llegamos a la altura de un puente tendido sobre el cauce del arroyo. Un poste indicador nos invita a cruzarlo y pasar a la otra orilla para continuar por un sendero que gana altura con fuerza. Ya sumergidos en el bosque, el sendero festonea la ladera remontando el cauce de las aguas que se deslizan valle abajo en una espectacular sucesión de pozas y cascadas.

Llegamos así a un punto en el que el sendero se bifurca (1 h). Si deseamos alcanzar la misma surgencia de las aguas deberemos continuar por el ramal de la derecha, que mantiene altura hasta alcanzar la cabecera de un espectacular circo rocoso. El sendero se ha visto barrido por un gran deslizamiento de tierra y hace un tanto incómodo el último tramo hasta alcanzar la gran cavidad en la que vemos surgir de las entrañas del macizo unas aguas que finalmente se irán a mezclar con las del Aturri. El lugar está cargado de misterio (1,15 h).

Regresamos al cruce anterior (1,30 h) para tomar ahora el sendero que gana altura de forma rotunda hasta confluir con un camino más amplio y asentado que llega del collado de Kategorena (1,45 h).

Tomando hacia la derecha (SO), caminaremos cómodamente por terreno llano. Tras cruzar una langa, resulta interesante asomarse al borde del corte para admirar el espectacular circo calcáreo de Biduze que hemos superado. Poco más adelante dejamos a la izquierda una edificación del servicio de aguas (1,57 h).

De pronto el bosque se abre como el telón teatral sobre el magnífico escenario del polje de Elsarreko Ordoka (740 m) (2,10 h). Admirando la belleza de este valle cerrado, avanzamos por una pista que llega desde las alturas del col de Apanizé. Sólo caminaremos unos metros por este carretil. Iremos atentos buscando a la izquierda la señal de un cairn que nos marcará el arranque de un sendero ascendente que penetra de nuevo en el bosque y nos permite ganar altura sobre el valle hasta superar un pequeño collado (2,35 h).

El sendero avanza ahora en ligero descenso hasta avistar enseguida otro pequeño valle sorprendente por su belleza (marcas amarillas). Avanzando por el fondo de este segundo polje llegaremos a las bordas del cayolar de Letxaregibela (906 m) (3 h). Son dos edificios hasta los que llega una pista. Seguimos unos metros por ella hasta un pequeño altozano donde encontramos una pequeña borda. Junto a ella existe un poste de señalización que nos indica la ruta a seguir: dejamos la pista y comenzamos a ascender por la pendiente herbosa por un sendero bastante indefinido, pero balizado con algunas marcas amarillas.

La pendiente no da tregua hasta avistar un promontorio rocoso hacia el que nos dirigiremos como referencia. Para alcanzar la verdadera cumbre de Bohokortia deberemos derivar ligeramente por los herbales dejando a la derecha el roquedo hasta situarnos en un amplio altozano que alcanza los 1.214 metros de esta cima (3,40 h).

La panorámica que dominamos desde esta atalaya sobre las montañas pirenaicas nevadas justifica plenamente el esfuerzo de llegar hasta ella.

Para ofrecer una pequeña variante al retorno, nos dirigiremos desde la cumbre hacia el norte, con la vista puesta en un grupo de bordas pastoriles hasta el que llega una pista desde Ahuzki. Desde sus inmediaciones nos dirigiremos hacia una confluencia de senderos de ganado, de la que se desprende una senda que va descendiendo por la ladera hasta confluir con la que hemos recorrido en la ruta de ascenso. En adelante desandaremos el camino hasta regresar a Arla (6 h).