La 58ª edición del Cross Internacional de Donostia culminó con los triunfos de los dos atletas más destacados, en un domingo sin apenas lluvia y con temperatura agradable. El eritreo Teklemariam Medhin, subcampeón mundial de cross en 2010, y la etíope Sofia Assefa, bronce en los 3.000 metros obstáculos en los Juegos Olímpicos de Londres, fueron los que terminaron poniéndose las txapelas.

Medhin, además, obtuvo su segunda victoria igualando en el palmarés a su compatriota Zersenay Tadesse con un triunfo

indiscutible forjado por su amplia zancada. La primera parte de la prueba fue vibrante. El grupo de cabeza lo integraron 9 corredores, entre ellos el vasco Iván Fernández, con un gran cuarto puesto final, Antonio Jiménez Penti, Sergio Sánchez y Daniel Arce. Los primeros descolgados fueron el etíope Gemechu Kelu y Daniel Arce.

El leonés Sergio Sánchez fue el primer protagonista, junto con el gasteiztarra Fernández, que en el kilómetro 5 se puso a tirar de los africanos. El golpe de mano de Medhin antes de cruzar el kilómetro 7 fue clave.

Allí se enteró el ugandés Ayeko que no iba a poder con él y sería segundo, a diez segundos del vencedor. Brillaron el sevillano Penti y el alavés Iván Fernández, que en la estéril persecución de Medhin tuvieron que pelearse entre ellos con ligera ventaja final del veterano andaluz.

El gasteiztarra, buen conocedor del hipódromo, optó por correr por la parte más alejada de la cuerda del circuito, un terreno más firme y menos pateado en medio del barrizal.

Luego le copió Penti al ver que el pupilo de Martín Fiz le sacaba rédito e, incluso, aguantaba más de mil metros por delante de los africanos. El que fuera campeón europeo de los 3.000 metros obstáculos en Múnich'2002 ocupó el tercer peldaño del podio de una jornada desarrollada sobre piso blando y resbaladizo.

Meritoria también fue la octava plaza del mediofondista argentino Federico Bruno, que la víspera en Burdeos había batido el récord sudamericano de 2.000 metros en pista cubierta.

La prueba femenina sobre 6,5 kilómetros, 16 años después, volvió a ver a una etíope en el peldaño más alto del podio. Desde que la gran Derartu Tulu se impusiera en las ediciones de 1996-1997 se han mezclado los triunfos africanos con los europeos, pero ninguno era etíope.

Un éxito fraguado en los dos últimos kilómetros, momento en el que la madrileña Diana Martín dinamizó la prueba, para terminar en el cajón con Assefa y Cheywa, la keniata que repitió su segundo puesto de la anterior edición.