Según los datos aportados por ELA, el 37,5% de los fondos destinados en 2012 a la formación continua de trabajadores fueron «autoasignados» a CCOO, UGT y Confebask, a través de Lanbide bajo la propuesta de Hobetuz. Esto significa que de los 20,55 millones que se destinaron a formación, las dos centrales sindicales y la patronal accedieron a 7,7 millones de euros con cargo al año pasado.

En estos últimos cuatro años, «CCOO, UGT y Confebask se han beneficiado de un total de 30,58 millones», según explica el informe elaborado por ELA.

En este caso, Janire Landaluze, responsable del Gabinete de Estudios, destacó que «entre 2009 y 2012, los fondos económicos destinados a la materia de formación continua de trabajadores se ha reducido en 710.000 euros2, pero han aumentado en 350.000 euros los fondos que se autoasignan la patronal, CCOO y UGT».

De igual manera llamó la atención que «todos los años las partidas que se destinan a las organizaciones sindicales sean exactamente las mismas y se mantengan. Lo que significa que priman los intereses de las organizaciones frente a otras cuestiones».

Por su parte, la secretaria general adjunta, Amaia Muñoa, afirmó que este sistema de financiación de la formación continua «es un ejemplo ilustrativo para explicar el diálogo social», porque «vemos la perversión del sistema. Porque se autoasignan los fondos, sin que la formación continua de los trabajadores sea impartida precisa- mente por centros homologados». En este sentido, llamó al lehendakari Urkullu a «eliminar este sistema de formación continua»; ya que -según explicó Muñoa- «nadie defiende ese modelo de forma privada cuando se habla de financiación, pero luego nadie pone fin a esto», porque «así no hay una respuesta crítica a la actuación del Gobierno de turno», precisó.

Mikel Noval, responsable de Política Social, demandó que la formación «se decida aquí y el modelo que se aplique sea el que Hobetuz desarrolló antes de que ELA y LAB nos marchásemos de ese organismo tripartito, es decir que la formación sea impartida por los centros homologados de enseñanza».

A su juicio, el cambio de modelo, «que copia al sistema español no prima la formación de los trabajadores, sino los intereses de los sindicatos y la patronal, que se han convertido en jueces y parte del reparto». De hecho, el Tribunal de Comptos de Nafarroa critica esa realidad en el último informe.