El TC suspende la norma navarra de atención a «sin papeles»
El Tribunal Constitucional español ha dejado sin valor el decreto foral navarro que regulaba la atención sanitaria a personas inmigrantes sin papeles, una norma calificada como papel mojado por Médicos del Mundo ya que, pese a proclamar que se garantiza la asistencia universal, en Nafarroa se han entregado facturas por acudir a centros de Osasunbidea.
Martxelo DÍAZ | IRUÑEA
El Gobierno navarro anunció ayer que presentará alegaciones ante la decisión del Tribunal Constitucional español de suspender el decreto foral sobre atención sanitaria a personas inmigrantes en situación irregular.
Este decreto modificaba la norma básica estatal que dejaba sin atención sanitaria pública a los «sin papeles», a los que se negaba la posibilidad de acceder a la tarjeta sanitaria. Así, fijaba la asistencia sanitaria gratuita para quienes no tienen papeles y acrediten una residencia de al menos un año en Nafarroa, falta de recursos económicos e inexistencia de antecedentes penales.
No obstante, a pesar de que el Gobierno navarro ha destacado que gracias a su decreto se garantizaba la asistencia sanitaria universal, ONG que trabajan con inmigrantes, como Médicos del Mundo, han denunciado que en centros de Osasunbidea se ha denegado la asistencia a inmigrantes sin tarjeta sanitaria.
Ayer mismo, una representación de Médicos del Mundo acudió al Parlamento navarro para denunciar que a inmigrantes que han acudido a urgencias para ser atendidos se les han presentado facturas por el coste de la consulta.
«Tenemos las facturas. Ha quedado en evidencia que se está facturando a estas personas, que frecuentemente no conocen el idioma, por lo que no pueden defenderse», señaló a GARA Patricia Ruiz, portavoz de Médicos del Mundo.
«Papel mojado»
Ruiz destacó que el decreto foral es «papel mojado» ya que, a pesar de que proclamaba que garantizaba la asistencia sanitaria universal -también a los inmigrantes sin papeles-, realmente no se estaba cumpliendo y se estaban registrando prácticas de exclusión de estas personas.
La respuesta del Gobierno y de UPN a estas denuncias, una vez más, ha sido negar la mayor y rechazar que se hubieran enviado facturas a inmigrantes. «Tenemos las facturas. La realidad es esta. Parece que el Gobierno navarro vive en un mundo paralelo, en los mundos de Yupi», subrayó la portavoz de la citada ONG.
Alertó también de que estas prácticas están provocando la exclusión de estas personas del sistema sanitario público. «Mucha gente, al ver que le quieren cobrar, deja de ir a los servicios sanitarios porque no tiene dinero para pagarlas. Estamos hablando de facturas de 200 euros que para muchos inmigrantes, y para cualquiera, es mucho dinero. Ante esta situación, anteponen su economía al tratamiento, porque no pueden pagarlo».
Las consecuencias de la falta de acceso a los servicios sanitarios puede suponer no solo un agravamiento de las patologías de las personas que no son atendidas, sino que incluso pueden provocar problemas de salud pública.
Las alegaciones del Gobierno navarro argumentarán que el decreto foral se enmarca en las competencias de autogobierno y no contraviene las del Estado en materia de acceso al sistema público de salud. En este sentido, muestra su esperanza de que el Constitucional acepte levantar la suspensión, al igual que ha ocurrido con un decreto similar de Lakua.
El PSN, por su parte, pidió al Gobierno navarro información exacta sobre cómo va a prestar y financiar la atención sanitaria a los inmigrantes sin papeles. El parlamentario Samuel Caro mostró su preocupación ante la posibilidad de que estas personas no dispongan de asistencia sanitaria. Precisamente, lo que ayer denunció Médicos del Mundo que está ya ocurriendo.
La asociación Saray denunció ayer en el Parlamento navarro la existencia de listas de espera excesivas en los tratamientos de cáncer de mama, patología de la que se detectan 450 casos al año como media en el herrialde.
Trabajadoras de Medicat, la empresa concesionaria de la privatización de la cocina del Complejo Hospitalario de Nafarroa, corroboraron ayer las incidencias que reveló GARA sobre falta de higiene y control en la elaboración de la comida hospitalaria y, además, denunciaron tratos vejatorios por parte de los responsables de la firma valenciana. Una de las empleadas relató que los dos primeros días trabajaron más de diez horas para poder dar de comer a los enfermos. Las instalaciones para depositar los platos limpios eran insuficientes los primeros días y la vajilla sucia y la limpia acabaron por mezclarse, según indicó esta testigo, que ahora se encuentra de baja debido a que tuvo dos ataques de ansiedad por el estrés y la carga de trabajo. Empleadas de Medicat aseguraron que los responsables no se han esforzado en aprenderse sus nombres y afirman que han oído a los dueños de la empresa referirse a las nuevas trabajadoras como «carroña». Aritz INTXUSTA