Lehendakaritza crea una secretaría general
Urkullu no detalla «por discreción» sus planes en paz y convivencia
Iñigo Urkullu anunció ayer que una secretaría general liderada por Jonan Fernández y enclavada por su importancia en Lehendakaritza, coordinará y desarrollará los trabajos en materia de paz y convivencia. Señaló sus tres objetivos generales, pero cuando se le preguntó qué habría que hacer para avanzar hacia su consecución, respondió que «no lo voy a decir en público», apelando a su «máxima de discreción».
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El lehendakari anunció ayer la creación de la Secretaría General de Paz y Convivencia, a cuyo frente estará Jonan Fernández. En el equipo le acompañarán Mónica Hernando, como directora de Derechos Humanos y Víctimas, y Txema Urkijo, coordinador-asesor en materia de todas las víctimas.
Sin embargo, pese a la trascendencia que se le dio al anuncio, realizado personalmente por Iñigo Urkullu, no se hizo público el plan de trabajo de esta Secretaría General. El lehendakari se impuso su «máxima de discreción» para no entrar en detalles. Aseguró que es una materia de la que quiere hablar tanto con las instituciones -hoy comerá con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy-, como con los líderes de los partidos políticos parlamentarios, por lo que se negó a exponer sus planes en público.
Estructura no creada
La Secretaría General de Paz y Convivencia, presentada ayer por Iñigo Urkullu, no está creada todavía. Para su oficialización habrá que esperar a la aprobación de un decreto de estructura de Lehendakaritza que lo contemple. De hecho, en el Consejo de Gobierno de ayer tan solo se procedió al nombramiento de Mónica Hernando como directora de Derechos Humanos, dependiente aún del Departamento de Administración Pública y Justicia. Cuando pase a Lehendakaritza añadirá a su dirección la de Víctimas.
Pese a todo, el lehendakari tenía interés en dar relevancia a los cambios proyectados. Antes de la rueda de prensa en la que los oficializó, se reunió con el nuevo equipo y los medios gráficos pudieron tomar imágenes del encuentro.
Iñigo Urkullu explicó que nos encontramos ante «una oportunidad histórica que hay que aprovechar», y que había decidido agrupar todas las políticas relacionadas con la memoria, las víctimas y la promoción de derechos humanos en una secretaría general, que dependería de Lehendakaritza por ser la paz y la convivencia uno de los «objetivos fundamentales» y «eje» de la legislatura.
Destacó que con sus nombramientos había pretendido crear «un grupo de trabajo», y repitió el juego de palabras sobre la necesidad de los «grupos de trabajo y del trabajo en grupo». Señaló que la labor de dicho equipo será «trenzar los máximos consensos posibles en el ámbito de la paz y la convivencia».
Alabó la valía y experiencia de los tres integrantes del nuevo equipo de la Secretaría General y quiso destacar que, por lo que sabía, ninguno de los tres tenía el carné de militante del PNV, pero sí, todos ellos, un pasado de reconocimiento en la defensa de los derechos humanos.
Tres objetivos generales
El lehendakari afirmó que los objetivos de la Secretaría de Paz y Convivencia son la «revisión crítica del pasado», «consolidar definitivamente la paz» y «fortalecer la convivencia».
En relación a la revisión crítica del pasado, Iñigo Urkullu explicó que «nos corresponde a todos», aunque apostilló que «quizá a algunos más que a otros». En este campo se incluirá la definición y creación del Instituto de la Memoria, Convivencia y Derechos Humanos.
Para la consolidación definitiva de la paz, el lehendakari apeló a la búsqueda del «máximo nivel de consenso». Apuntó que la Secretaría podría coadyuvar a las labores de la Ponencia de Paz y Convivencia que está previsto que se cree en el Parlamento de Gasteiz.
En cuanto al objetivo de fortalecer la convivencia, Iñigo Urkullu habló de desarrollar un plan interdepartamental «basado en la dignidad humana como valor supremo». Destacó la necesidad de una «nueva cultura de la convivencia».
Tras explicar esto, el lehendakari cerró su intervención con «una apelación global a la sociedad: demos una oportunidad a la paz y la convivencia».
Cuando se le preguntó al lehendakari sobre qué habría que hacer para avanzar en la consecución de estos objetivo, Urkullu respondió con un «no lo voy a decir públicamente». «Es un trabajo -añadió- que vamos a desarrollar desde la Secretaría General de Paz y Convivencia» y que tiene intención de abordar con los líderes políticos. Recordó que acaba de finalizar una ronda de contactos con los tres diputados generales y que le queda todavía una cita con la presidenta de Eudel.
Tras insistir que es un tema que va a abordar próximamente con los líderes de los partidos con representación parlamentaria, el lehendakari zanjó la respuesta con un «permítanme que en este tema, más allá de lo que sean las presentaciones generales, apele a mí mismo a lo que es esa máxima que tengo de discreción».
Los dos principales grupos de la oposición, EH Bildu y PSE, valoraron ayer de forma positiva la experiencia de las personas nombradas para coordinar las labores de paz y convivencia bajo la dirección del lehendakari.
El coportavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, Julen Arzuaga, calificó de «híbrido interesante» la combinación de Jonan Fernández y Txema Urkijo. Afirmó conocer a los dos y apuntó que «ambos tienen sensibilidad hacia las víctimas», y añadió que también resulta «interesante« que el «capitán» de la nueva secretaría general sea Jonan Fernández por su «empatía» hacia «todas las víctimas del conflicto».
El parlamentario independentista añadió que si Jonan Fernández «sigue manteniendo la libertad de conciencia y no está sometido a un aparato de gobierno, hará un buen papel».
Por su parte, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, deseó a ambos «mucha suerte» en su cometido, ya que se trata de una tarea «importante» en la que, según recordó, Txema Urkijo tiene una «gran experiencia institucional», ya que «ha estado en varios gobiernos desarrollando su labor en esta materia y conoce perfectamente el mundo de las víctimas y supongo -añadió- que será un buen complemento de trabajo para Jonan Fernández». GARA
El lehendakari será recibido hoy por el presidente del Gobierno español en la Moncloa. Mientras desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy se intenta presentar la cita como un encuentro de cortesía tras la elección de Iñigo Urkullu, desde Ajuria Enea se le da un carácter más de trabajo. El lehendakari explicó que en la agenda de temas a tratar se encuentra el de la paz y la convivencia, además de la situación económica y la necesidad de un nuevo estatus para la CAV. Iñigo Urkullu afirmó que durante el encuentro desea hacer ver al Gobierno español la oportunidad histórica que tiene para mirar al futuro de otra manera. I.I.
El pasado de Jonan Fernández como concejal de HB hace más de veinte años ha sido el motivo por el que la AVT ha decidido «romper relaciones» con el Gobierno de Lakua, lo que incluye que «no solicitaremos ningún tipo de ayuda económica, ni ahora y ni en el futuro, por ética y por respeto a todas y cada una de las víctimas del terrorismo». También PP y UPyD han criticado el nombramiento.
La AVT pregunta al lehendakari si «pretende que nos sentemos en la misma mesa que un individuo que perteneció a un partido terrorista que aplaudía y jaleaba todos y cada uno de los asesinatos de ETA».
Según un comunicado hecho público ayer, la AVT sostiene que «el nombramiento de Fernández es sólo un primer paso para que sea ETA quien ponga el punto y final a su propia historia de terror. Ya en el propio cargo se lee «Área de Paz y Convivencia», lo que lleva directamente a términos como conflicto, reconciliación,... típicos en la terminología etarra, que tristemente está siendo asumida por demasiados sectores de la sociedad española.
También el presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, considera el nombramiento «una mala noticia», porque asegura que Jonan Fernández ha estado entre «la gente que ha equiparado víctimas y verdugos». Además, en su tono habitual, Basagoiti anunció que presentará una iniciativa en el Parlamento «para ver con qué apoyos cuenta este señor».
UPyD fue más allá y no solo atacó el nombramiento de Fernández, sino también el de Txema Urkijo, que calificó como «una mala noticia» para quienes quieren «un final de ETA con vencedores y vencidos, sin impunidad y con justicia».
El lehendakari no quiso ayer valorar estas críticas y dijo que prefiere mirar al futuro.