Dos años después de que la empresa Yara de Pardies (Bearn) pidiese autorización para hacer transitar nitrato de amonio por el puerto de Baiona, ayer por la mañana llegaba el primer cargamento en dos trenes, con un total de 1.500 toneladas.

El posible paso de ese producto químico considerado muy peligroso por el riesgo de explosión concitó la oposición de asociaciones ecologistas y de vecinos así como de los ayuntamientos situados en el entorno del recinto portuario. La autorización otorgada por el prefecto está de hecho recurrida en el Tribunal Administrativo por los alcaldes de Angelu, Baiona, Bokale y Tarnos, y será examinada en el fondo próximamente.

Por ello, la llegada del cargamento ha reavivado la preocupación entre los responsables municipales a lo que se añade el enfado provocado al conocerse que el primer tren partió anteayer y pernoctó en un hangar de la estación de Baiona, algo que incumple el protocolo de seguridad que exige que el transporte se haga sin ninguna parada.

El subprefecto reconoce

El subprefecto Patrick Dallenes reconoció ese extremo y declaró que habrá que verificar si hay que tomar medidas en caso de que el tren se quede en la estación.

Por otra parte, el alcalde de Angelu, Jean Espilondo, acompañado por varios concejales y de Marie-José Espiaube, alcaldesa de Bokale, se desplazaron ayer hasta el puerto. Los electos denunciaron por un lado que no se haya esperado a la resolución definitiva de los tribunales y, por otro, la parada realizada en la estación bayonesa situada en pleno centro de una aglomeración muy habitada.

El primer edil de Angelu ha dirigido un correo a las autoridades competentes para exigir explicaciones. «Las reglas de seguridad deben aplicarse rigurosamente porque, de no ser así, no puede haber confianza. El puerto de Baiona, equipamiento estructurante para el desarrollo económico y para el empleo en nuestra zona, no puede llevar a cabo su actividad sin la confianza indispensable por parte de la población que vive en sus alrededores», recoge el documento.

El escrito recuerda, asimismo, la petición en la que insisten los electos locales desde 2008 para que se instale un puesto del Servicio Departamental de Incendio y Socorro (SDIS) próximo al puerto, un dispositivo que consideran «indispensable para poder garantizar una intervención inmediata en caso de problema».

La empresa Yara tiene la intención de transportar unas 20.000 toneladas de nitrato de amonio al año en dirección a Marruecos, es decir una media de un cargamento al mes. Hasta ahora la empresa, perteneciente a un grupo químico noruego, hacía transitar sus productos por el Mediterráneo, pero tras el cierre de la sociedad vecina Celanese que le proveía en amoniaco, optó por Baiona.