Como un debutante que debe lanzarse en paracaídas desde miles de metros, o como el submarinista novel que se sumerge en aguas infestadas de tiburones. ¿Exagerado? Quizás, pero los recientes datos sobre el paro juvenil llevan a pensar que así deben sentirse gran parte de estos 683 nuevos licenciados que tienen ante sí el abismo de la entrada a un mercado laboral que asusta, y mucho. Y eso que la carrera en que se han graduado se anuncia como una de las que mejor salida tiene, al menos antes del inicio de la crisis.

Sus testimonios tienen además un valor extra, porque esa realidad económica es precisamente la que han estudiado estos jóvenes y la que ahora tendrán que contribuir a cambiar... o a mantener. Entre ellos se encuentran tres jóvenes licenciados que se prestan a ser entrevistados antes de que arranque el acto. Dos de ellos han conseguido galardones a los mejores expedientes, con notas medias superiores al 9. Como licenciados en Economía, resulta especialmente interesante conocer cómo ven la actual situación económica, sus causantes y detonantes, la situación global del desempleo y las posibles salidas o alternativas para hacer carburar el motor económico.

Los tres jóvenes muestran las capacidades adquiridas durante estos años. El primero de ellos es alavés, Ibai Martínez de Guereñu. En su caso, sus buenas notas le han permitido contar con algunas ofertas sobre la mesa, como el caso de los bancos BBVA, «donde me encuentro en periodo de prueba», e Invex, «con el que mañana tengo una entrevista de trabajo».

Tiene claro por dónde quiere que vaya su carrera profesional: «Me encanta el tema de las finanzas, las acciones, la bolsa, el mercado... tengo mucho interés. Me gusta formarme día a día porque es un espacio que me apasiona».

Respecto a la situación actual, Martínez de Guereñu opina que «es necesario, más que nunca, invertir en investigación, en nuevas tecnologías, abrir puertas por ese camino porque pueden ser una de las claves para revitalizar el mercado, exportar y volver a generar empleo».

En ese sentido, se muestra muy crítico con la reforma laboral promovida por el Gobierno de Rajoy, asegurando que «nos ha hecho muchísimo daño a los jóvenes, nos ahoga cerrándonos puertas. No facilita que se den oportunidades, se reducen becas, no es una medida acertada, desde luego».

Esa disconformidad se extiende a otras reformas, en forma de drásticos recortes, ejecutadas desde Madrid. Este gasteiztarra estima que «si el único objetivo es pagar la deuda a los bancos alemanes, se está haciendo de maravilla, pero es evidente que eso no puede ser así. No puede ser que mediante ese pago de la deuda estén arrasando con todo y colocando a la sociedad en una situación dramática».

Para reforzar su argumentario trae a colación la tesitura de los EEUU durante la década de los 30: «Tras el crack del 29, el Gobierno estadounidense decidió intervenir directamente en la economía, potenciando el apartado público y creando puestos de trabajo en la Administración. Y estamos hablando de un estado que es el paradigma del liberalismo. Pues bien, aquí se ha decidido tomar el camino contrario, y ya estamos viendo lo que está pasando».

Ilusionados, pero críticos

Lorena Moldes, santurtziarra que también acumula un expediente muy brillante, añade que esta crisis «se debe a la falta de toma de decisiones en los momentos que había que tomarlas. Y eso ha generado un encadenamiento de hechos que ha dificultado, ha emponzoñado la realidad actual».

Esta vizcaina tampoco se muestra convencida con la reforma laboral: «La última iniciativa tiene que ver con el autoempleo, con la iniciativa empresarial, el tema de los emprendedores, etcétera. Pero no se ha tenido en cuenta que muchísima gente no puede poner en marcha un negocio, con ayuda estatal o sin ella, así que no creo que funcione, es una medida un poco pobre».

«Se han tomado muchas medidas restrictivas, yo creo que demasiadas, en torno a la austeridad, y creo que han podido bloquear la economía, el consumo productivo».

La última en acudir es Garazi Devesa, ondarroarra que también ha conseguido hacerse un hueco como jefa de ventas de una cadena de supermercados.

Coincide en varios puntos con sus compañeros, aunque apunta algunos matices interesantes como el de la «frustración que supone para muchísimos compañeros el hecho de haberse formado y de no encontrar opciones de trabajo. Eso desgasta en el plano personal».

Devesa cree que esta crisis «podría haberse atajado al inicio, cuando se dio a conocer la quiebra de Lehman Brothers y otras empresas. Ahí estuvo el error, en no atajarlo cuando se pudo. No se tomaron las medidas necesarias».

¿Y la salida? «No hay varitas mágicas -apunta-, pero hay que invertir en investigación, en nuevas tecnologías que puedan ser rentables y puedan generar empleo».

El acto es presidido por el rector de la UPV, Iñaki Goirizelaia, y apadrinado por Javier Ormazabal, presidente de Velatia y de Tecnalia R&D. Familiares y amigos aplauden a los nuevos licenciados en correspondencia por el duro trabajo de cuatro años. A partir de ahora espera una realidad que en muchos casos será más cruda aún. Lo admite el propio título de la convocatoria del acto: ``Más de 600 jóvenes buscarán su hueco en el mundo laboral''. Les hará falta mucho más que suerte.