En sus 92 años de vida, nunca Osasuna pudo presumir de tal legión de exjugadores en la elite europea. Convertido a la fuerza en club vendedor, el nivel que está mostrando en los últimos meses la mayoría de los jugadores que han salido del equipo estos años resulta espectacular. Y, de hecho, la recuperación de uno solo de estos futbolistas, Raúl García, fue capaz de cambiarle la cara completamente al equipo el año pasado, llevándolo al borde de Europa. Demasiado éxodo para no echarlo en falta.

Solo en la portería Osasuna no ha transferido potencial humano a otros equipos, una situación que probablemente se «remediará» este año con el traspaso de Andrés Fernández. En el resto del campo, se podrían hacer hasta dos onces mejores que el actual con los jugadores que han salido bien por venta o bien por haber preferido otros aires tras acabar contratos. Otro capítulo lo integran futbolistas de mucho nivel que fueron cedidos a Osasuna para curtirse y han salido revalorizados: el ejemplo más contundente es el mediocentro Javi García, que no fue excesivamente valorado en Iruñea pero hoy es titular habitual en el Manchester City, pero también están Roberto Soldado (internacional y en octavos de Champions con el Valencia), Juanlu (titular de un Levante vivo también en Europa), Nelson (que acaba de ser prestado por el Betis al Palermo) o Hugo Viana (que se ha relanzado en el Sporting de Braga y fue convocado por Portugal para la pasada Eurocopa).

Comenzando por la zaga, pese a la lesión que le tuvo en el dique seco un año entero, César Azpilicueta ha dado el salto del Olympique de Marsella al campeón europeo, el Chelsea, y no ha tardado en lograr la titularidad, desplazando a la posición de central al serbio Ivanovic. Su caché ha pasado ya de seis a nueve millones de euros y sigue al alza.

En el otro lateral ocurre algo similar con Natxo Monreal, que ha progresado en un rutilante Málaga y por el que se piden ya diez millones cuando fue vendido por seis. Con Pellegrini y en un equipo de jugones, el de Eskirotz ha mejorado mucho sus prestaciones ofensivas sin perder calidad defensiva, como demostró el domingo con su golazo en Mallorca.

De Javi Martínez, que fue traspasado sin llegar siquiera a debutar en Osasuna, está dicho casi todo. Es campeón del mundo y el Bayern de Múnich pagó por él 40 millones, multiplicando casi por siete lo que en su día invirtió el Athletic apostando con fuerza por un jugador de 17 años.

El de Aiegi formaría un enorme tándem con Carlos Cuéllar, que va completando en las islas una carrera más que brillante, ahora en el Sunderland. Tras haber sido jugador del año en Escocia, suma ya cinco temporadas en la Premier y ha jugado una final de Carling Cup. Hace ya cuatro años, el Aston Villa pagó por él diez millones al Glasgow Rangers, con lo que su valor se había multiplicado por cuatro solamente un año después de haber partido de Iruñea.

Pablo García suma y sigue

Aunque ya han pasado siete años desde su marcha, a Pablo García todavía se le añora. Dejó ya la selección uruguaya, pero a sus 35 años sigue mandando en el PAOK Salónica. El «5» uruguayo jugó 38 partidos de liga en la pasada temporada, y en la Europa League llegó a superar la fase de grupos con victorias relevantes como la lograda ante el Tottenham en White Hart Lane. El PAOK es segundo clasificado mediada la liga griega, solo por detrás del Olympiakos. Por encima incluso de su impacto en el juego está su papel de agitador de la grada: es el auténtico ídolo de la afición.

En el caso del zizurtarra Raúl García, Osasuna lo ha revalorizado dos veces. Su aparición fulgurante con solo 18 años le llevó a convertirse en el traspaso más caro de la historia rojilla en 2007. Cuatro años después volvió a Iruñea para volver a tomar impulso, y lo ha logrado: ha ganado peso específico en el mejor Atlético de Madrid desde hace casi dos décadas y Simeone tiene claro que no prescindirá de él.

Con el argentino en el banquillo ha crecido también Juanfran. El alicantino llegó a Osasuna del Espanyol, sin mucho ruido. Ahora está en la selección estatal, reconvertido a lateral, y es titular indiscutible en el segundo equipo de la Liga. En su curriculum está la final de Bucarest contra el Athletic.

Jaroslav Plasil también pisa competición europea con asiduidad, y jugó como titular la Euro 2012 con la República Checa, donde ya suma 74 encuentros internacionales. A sus 31 años, es titular fijo y capitán del Girondins de Burdeos, que está cuarto clasificado en la liga francesa.

Webo e Ibrahima golean

Pierre Webo también se marchó de Tajonar hace unos cuantos años -cinco y medio-, pero continúa dando un nivel más que aceptable, ahora en Turquía. Y sobre todo es un seguro de gol, eso que tanto escasea en Iruñea. Pese a militar en un equipo de la zona media -el Istambul-, a día de hoy el camerunés lucha por el trofeo de máximo goleador de una liga muy competitiva, donde lleva nueve tantos en la primera vuelta, solo dos menos que el actual pichichi, Umut Bulut (Galatasaray). Por cierto, en la competición hay otros dos rojillos: Lekic en el Gelclerbirligi, donde solo ha hecho dos goles en catorce encuentros; y Roversio en el Orduspor.

De Camerún a Senegal, Ibrahima Balde también luce en un emergente Kuban Krasnodar. Antes del parón invernal ha hecho cinco goles en trece partidos, pese a llegar con la liga ya iniciada. Su equipo va viento en popa: es cuarto y resulta muy factible que el año que viene juegue competición europea, algo muy difícil a priori por la competencia con Anzhi, CSKA, Spartak, Rubin Kazan... Al margen del indudable rendimiento deportivo, en Iruñea la baja de Ibrahima -como en su día las de Webo o Pablo García- se echa en falta en el aspecto anímico: aportaban revoluciones al equipo y a la grada.