El 17 de mayo de 2007, Caja Navarra alquiló un avión para trasladar a la jet navarra directamente de Noain a París. A los 150 invitados les esperaba un gran fin de semana por delante, porque las facturas corrían a cargo de la anfitriona. La caja lo pagaba todo: el hotel, la comida, las visitas, los espectáculos y un curioso viaje en helicóptero. Kontuz ha hecho público el viaje para denunciar que todo se costeó con el dinero de los clientes de la caja y para evidenciar que supone una «falta de celo», por parte del Gobierno navarro, al que los estatutos de CAN otorgan un papel de «custodio» de que el dinero que habían depositado en la caja se gastaba con «un criterio juicioso».

Esta asociación desveló ayer los detalles de este viaje a París, recordando que no fue un hecho aislado, sino que forma parte de lo que el director Enrique Goñi denominaba como «viajes comerciales», a los que acudía lo más granado del empresariado navarro. Al menos existen otros tres viajes a Londres y uno más a Berlín, según indicó ayer la asociación de consumidores Kontuz a través de una nota de prensa. No obstante, el más populoso fue el de París, porque no solo se invitó a más gente que lo habitual, sino porque los empresarios acudieron con sus parejas. La asociación acompañó la nota de prensa de una fotografía con 77 personas tomada durante ese viaje y asegura tener más instantáneas con la comitiva al completo.

Kontuz detalla que en París se produjo una anécdota muy remarcable. En un momento dado, la enorme comitiva se dirigía en varios autobuses hacia el castillo de Fontainbleau. Durante el trayecto, uno de los autocares fingió haber sufrido una avería y todos pararon. En ese instante, los ejecutivos de la caja que ejercían como anfitriones destaparon la sorpresa. En realidad, habían parado en un aeródromo y los helicópteros allí aparcados «estaban para su disfrute personal». Los navarros utilizaron una veintena de estos aparatos para contemplar los aledaños a vista de pájaro.

Siempre según la versión de Kontuz -que afirma haber obtenido estos detalles por boca de algunos invitados-, los viajes los costeó una empresa dependiente de la caja llamada Viálogos. Al frente se encontraba entonces el consejero de Políticas Sociales, Iñigo Alli (sustituto de Jesús Pejenaute, quien dimitió por cambiar billetes de 500 euros sin respetar los controles de seguridad cuando era subdirector comercial de Caja Navarra).

La asociación de consumidores y usuarios estima que el paseo en helicóptero no pudo costar menos de 35.000 euros (250 por cada uno de los invitados). Además, a este dispendio se ha de sumar el alquiler del avión, alojamientos en hoteles de cinco estrellas, comidas en excelentes restaurantes, cenas de gala, así como el resto de medios de transporte y entradas a lugares turísticos y exclusivos.

Kontuz entregará todos los datos de los que dispone, sobre este y otros viajes, a la juez ante la que interpuso la denuncia contra el expresidente Miguel Sanz y Enrique Goñi (que, sumando el proceso abierto por Kontuz y el iniciado por UPyD, ya está siendo investigado por diez presuntos delitos).

En cuanto a los viajes a Londres, los invitados por la CAN «pasearon en lanchas por el Támesis, se les invitó a un musical y les pagaron las entradas para acudir al Museo de la Ciencia, al Acuario y a subirse a la famosa noria británica entre otras actividades», afirma Kontuz.

Oligarcas navarros y de la CAN

Kontuz sostiene que «Goñi, Pejenaute, (Juan) Odériz o Alli nunca fueron los dueños del dinero que manejaban». Todos estos, directivos de CAN durante el proceso que le ha llevado a la desaparición, en realidad tenían el papel de gestionar «el dinero de los clientes navarros de CAN que, bien a través de sus ahorros e inversiones o pagando religiosamente los intereses de sus crédito, levantaron la caja desde inicios de siglo», afirma la nota remitida ayer. Kontuz asegura que «esos clientes pensaron que podían estar tranquilos, porque el Gobierno navarro ejercía el papel de custodio para garantizar que el dinero se invertía con un criterio juicioso». Sin embargo, estos viajes constituyeron la prueba de que los mandatarios navarros no velaron «con celo» sobre la forma en la que se gastó el dinero. «El Gobierno les falló», sostiene la nota.

La asociación apunta a varios consejeros de CAN como partícipes de estos viajes. Entre ellos están los exconsejeros José Antonio Sarría (jefe de los empresarios navarros y nombrado consejero de Bodegas Sarría), Luis Colina (ejecutivo del Grupo La Información) o José María Zarranz. Asimismo, también ubica en los viajes a Ricardo Bermejo, «que facturó millones a la CAN desde su empresa de diseño».

Ejecutivos de CAN como Pejenaute, Odériz (mano derecha de Goñi), Alberto Pascual e Isidoro Parra también acudieron a los «viajes comerciales» de Goñi. Otro de los viajeros fue Javier Larrañaga, el responsable de la aventura financiera de Caja Navarra en Washington, con la que no se logró un solo cliente puesto que la sede que se adquirió nunca tuvo permiso para abrir.

Además de ello, en los viajes participaron también varios de los oligarcas navarros más notables, como José Manuel Ayesa (expresidente de los empresarios) y uno de sus hijos. Kontuz relaciona a varios de los presentes con José Luis Navarro Castuera, considerado uno de los hombres fuertes del sector «corellano» de UPN. Asimismo, ubica en los viajes a miembros de otras familias de peso de la comunidad «como los señores Ducay, Arbeloa, etcétera».

El caso más llamativo, sin embargo, es el del constructor Miguel Rico (el propietario de MRA, la empresa que durante años patrocinó al principal equipo de fútbol sala de Nafarroa). Según informa la asociación de consumidores y usuarios, no solo se benefició de los viajes, sino que en el año 2009 vendió a la Caja unos terrenos a un precio muy por encima de su valor. Se trata de unas fincas rústicas de secano que Caja Navarra acabó por comprar a Rico por nueve millones de euros.