En su audiencia ante el Senado antes des ser nombrado nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, el exsenador republicano Chuck Hagel se adhirió sin reservas a la política del presidente Barack Obama, pero tranquilizó a los miembros de su propio partido, desde el que había recibido acusaciones de hostilidad hacia Israel o ingenuidad hacia Irán.

Ayer se dedicó a respaldar, casi palabra por palabra, la línea política de Obama. Sobre Irán. «como he dicho en el pasado, todas las opciones deben estar sobre la mesa» para impedir que Teherán obtenga armas nucleares, afirmó, pero añadió que «mi política es la prevención, no la de la contención, y el presidente ha dejado claro que se trata de la política de nuestro gobierno».

Frente al malestar de algunos electos de su propio partido por el nombramiento, intentó tranquilizar a los miembros de la comisión de Fuerzas Armadas.

«Usar la fuerza, ser astutos»

Así, frente a la imagen de «paloma» con un pacifismo forjado en Vietnam, indicó que «no duraremos en recurrir a toda la fuerza del Ejército de Estados Unidos para garantizar nuestra seguridad. Pero también debemos ser inteligentes, y más aún, astutos en la forma de usar la gran potencia de nuestro país».

Desde que en diciembre empezaron a circular los primeros rumores sobre su nominación, algunas de sus opiniones se volvieron en su contra, como su oposición declarada a la política de George W. Bush en Irak, su desacuerdo con el refuerzo de las sanciones unilaterales contra Irán o sus afirmaciones sobre el «lobby judío», que le valieron la acusación de no ser un aliado incondicional de Israel.

Respecto a su oposición a aumentar las sanciones contra el país persa explicó que «estábamos en una situación diferente en aquella época (2000)». En cuanto a Israel, prometió que se aseguraría que el Estado sionista mantendrá su superioridad militar respecto a los países de la región. Sobre el armamento nuclear, pese a que apoyó la iniciativa Global Zero, en favor de la eliminación de las armas nucleares, se comprometió a «mantener un arsenal nuclear potente, seguro y listo. Ninguna declaración o posición tomada individualmente define mis convicciones o mi modo de actuar. Mi visión del mundo no ha cambiado. América debe mantener el Ejército más poderoso del mundo», afirmó. Por otra parte, Hagel apuntó a la ciberseguridad como una de sus prioridades. En este sentido, afirmó que la guerra cibernética «representa una amenaza tan grande para este país como cualquier otra amenaza individual». «Es una amenaza insidiosa y silenciosa que no hemos visto antes», que «en cuestión de segundos» puede afectar no sólo a las instalaciones de seguridad o las instituciones financieras, sino que puede anular los satélites o los ordenadores de los buques de guerra y afectar a la seguridad nacional. «Esa es la mayor amenaza», insistió.