La ofensiva en Mali, entre la duda de seguir hacia el norte o reforzar la retaguardia
Mientras París trata de forzar a Bamako a un acuerdo de mínimos con los tuaregs en Kidal y duda sobre si proseguir su ofensiva hacia las peligrosas montañas de los Ifoghas, los soldados malienses comienzan a sufrir ataques en una retaguardia que está lejos de ser segura.
GARA |
Al menos cuatro soldados malienses han muerto después de que el vehículo en que viajaban pisara una mina cuya colocación se atribuye a las milicias yihadistas que se han replegado de las ciudades de Azawad.
La explosión tuvo lugar en la carretera entre Duentza y Hombori, en una zona que estuvo controlada por los yihadistas. Hombori está situado entre Mopti y Gao, ciudad esta última que ha estado 10 meses bajo control del grupo MUJAO.
Fuentes militares aseguraron desconocer si la mina fue colocada durante o después de la retirada yihadista.
En espera de más información, se trataría del primer atentado con bomba del que hay noticia desde la ofensiva franco-maliense sobre Azawad.
Precisamente fue en Hombori donde fueron capturados en noviembre de 2011 por el grupo AQMI dos rehenes franceses. Un total de siete franceses siguen retenidos en la región por grupos yihadistas.
El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, señaló como «muy probable» que los rehenes estén en la región del macizo de los Ifoghas, al norte de Kidal, en la zona donde según los expertos se habrían refugiado los líderes de los distintos grupos yihadistas.
El portavoz del Estado Mayor francés, coronel Thierry Burkhard, señaló que «hemos llevado a cabo bombardeos importantes en la región de Aguelhok», situada en el macizo montañoso en cuestión.
El ministro Le Drian se negó a confirmar o desmentir que estén preparando una ofensiva terrestre hacia el norte de Kidal.
No obstante, tanto el atentado en Hombori como otros movimientos de tropas apuntan a que la ofensiva no ha conseguido asegurar la retaguardia. Una importante columna franco-maliense de blindados y vehículos 4X4 partió ayer de la ciudad de Gao en dirección a Burem, 90 kilómetros más al norte, donde se habría constatado la presencia de yihadistas en varias localidades de la zona.
Respecto a la situación en la ciudad de Kidal, en manos de los tuaregs independentistas del MNLA y sus aliados islamistas del MIA, el ministro francés volvió a responder con evasivas e insistió en que «la ciudad será asegurada».
Solución política
Le Drian aprovechó para reiterar que el proceso de «reconciliación nacional» de Mali tiene que reconocer la «especificidad»de los tuareg, que por su parte «deben pronunciarse contra el terrorismo y contra toda veleidad de secesión».
El presidente interino maliense, Diouncounda Traoré, señaló que, una vez culminada la reconquista, que espera concluya «en un mes como máximo», solo aceptará negociar con los tuaregs laicos del MNLA «a condición que renuncie a todas sus pretensiones territoriales».
Descartó, eso sí, reconocer como interlocutor al MIA.
El Gobierno del vecino Níger se ha declarado dispuesto a acoger una base estadounidense de donde podrían salir los drones (aviones sin piloto) como los que utiliza en otras zonas del mundo (Yemen, Somalia, Pakistán...) en su lucha contra movimientos islamistas armados.
El ministro nigerino de Defensa, Karidjo Mahamadu, se limitó a señalar que «si Níger puede disponer, en los tiempos que corren, de cualquier tipo de ayuda en forma de aeronaves o drones para vigilar a todo movimiento sospechoso que venga de Mali, pues bienvenida sea». Un responsable estadounidense reconoció el lunes que el Pentágono busca una base para sus drones tipo Predator o Reaper. La crisis en Mali, el secuestro masivo en Argelia y el asalto contra el consulado estadounidense en Bengasi en setiembre del pasado año habrían encendido todas las luces rojas en el Pentágono sobre el riesgo de desestabilización de África del Norte a cargo del AQMI y otros grupos.
Tanto Níger como EEUU han insistido estos días en que los drones a ubicar en la región no estarían armados y servirían para mejorar la información sobre los movimientos de los yihadistas, según un responsable anónimo. GARA
Human Rights Watch (HRW) muestra su inquietud por los testimonios sobre «ejecuciones y desapariciones en represalia» que se imputan al Ejército maliense y ha exigido el envío inmediato de observadores.