El Ibex recibió otro severo castigo y elevó su pérdida semanal hasta el 5,67%, la mayor caída desde setiembre. Este desplome reduce al 0,76% la subida en el ejercicio. Un cóctel explosivo formado por el levantamiento de la prohibición de posiciones bajistas, junto al movimiento negativo de los bancos y el miedo a un mayor descrédito internacional por el presumible caso de corrupción que afecta al Gobierno destrozaron cualquier intento de frenar la sangría de recortes sufrida desde el lunes. La preocupación de los inversores se centraba en los más que débiles resultados de los bancos en 2012, cuando las provisiones por el riesgo al ladrillo han mermado sus beneficios de forma drástica. Así, ayer BBVA aseguró haber ganado 1.676 millones de euros, un 44,2% menos, mientras que Caixabank dejaba en 230 millones sus beneficios, un 78,2% menos. Todavía peor le fue a Popular, que perdió 2.461 millones de euros. En este difícil contexto, el Ibex se fue abajo sin remisión. Solo la buena apertura de Nueva York, donde el Dow Jones llegaba a máximos de 2007, logró amainar la tempestad. El lunes, tras ceder ayer un 1,59%, saldrá desde los 8.229,70 puntos. El resto de plazas europeas vivió otra historia. Londres subió un 1,12%, París, un 1,10%, y Fráncfort, un 0,74%. Los títulos de Acciona (-12,97%) y FCC (-9,14%) sufrieron los mayores descalabros. Entre los grandes, Santander (-2,33%) y Telefónica (-1,92%) fueron los más penalizados. En el lado contrario, despuntaron los avances de Viscofan (+4,74%) y BME (+4,19%). En París, ST Microelectronics (+4,79%) y Michelin (+3,75%) fueron los mejores.

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