Un tribunal británico dio ayer el primer visto bueno a la extradición al Estado español del vecino de Intxaurrondo Antton Troitiño, detenido en Londres en junio de 2012, si bien esta sentencia será apelada por su defensa y por el momento seguirá preso en Londres.

El caso tiene la circunstancia agravante de que el Estado español intenta volver a excarcelar a Troitiño después de haberlo liberado tras cumplir nada menos que 24 años de prisión. Fue la Audiencia Nacional quien tomó esa decisión, pero posterioremente volvió a activar la persecución contra él alegando una alarma social inducida.

La propia Audiencia Nacional emitió entonces una nueva orden de prisión para imponerle la llamada «doctrina Parot», con el objetivo de que permanezca preso entre cuatro y seis años más. Antton Troitiño fue localizado en Londres y detenido allí un año más tarde, tras lo que se abrió el proceso que deparó ayer su primera sentencia, contraria al expreso.

Entre otras cuestiones, su defensa había alegado que en este tiempo se ha conocido el dictamen del tribunal de Estrasburgo que da la razón a Inés del Río y cuestiona la doctrina de alargamiento de condenas en su conjunto. Sin embargo, como es sabido el Estado español no da su brazo a torcer a la espera del recurso elevado ante la Gran Sala. Y en este caso ha conseguido que el tribunal de Londres siga el mismo criterio.

Tras conocer hoy el dictamen del juez Michael Snow en la Corte de Magistrados de Westminster, en el centro de la capital británica, la defensa de Troitiño confirmó que recurrirán contra este fallo ante el Tribunal Superior de Londres, para lo que cuentan con un plazo legal de siete días.

Al leer su dictamen, el magistrado se mostró «contrario a los argumentos» expuestos durante el proceso judicial por el abogado de Troitiño, Mathew Ryder. Por contra, Snow consideró que la entrega de Troitiño a la Justicia española «cumple con los requisitos estipulados por la Convención Europea» en materia de derechos humanos.

A la espera de que se presente formalmente ese recurso de apelación, el juez señaló que Troitiño, a quien hoy acompañó un grupo de personas solidarias, permanecerá preso.

En 2011

Antton Troitiño quedó en libertad el 13 de abril de 2011, pero solo unos días después la Audiencia Nacional revocó esa decisión y lo requirió para ampliarle la condena. La polémica salpicó la campaña electoral para las municipales y forales, y desde Bildu se recordó que Troitiño «no ha saltado el muro de la prisión», sino que había quedado libre por la propia legalidad español, que luego intentó corregirse a sí misma.

La detención en Londres se produjo en el mes de junio, junto a la del iruindarra Joseba Lerín. Inmediatamente desde el Gobierno español se reclamó su extradición.

Tras la sentencia de Estrasburgo sobre el caso de Inés del Río, la Fiscalía británica ya dejó entrever que tenía claro que los parámetros del caso de Troitiño podían cambiar también. Sin embargo, lo que hizo fue consultar al Estado español, que obviamente le ha emplazado a seguir aplicando la cuestionada doctrina al menos hasta que la Gran Sala dé una opinión final. Como es sabido, la vista definitiva sobre Inés del Río se ha fijado para el 20 de marzo y el fallo puede llegar meses después.