A sus 71 años, el vocalista número 57 de la lista de mejores cantantes de todos los tiempos según la revista Rolling Stone, regresa con «`Til your river runs dry», que se publicará el martes 5 de febrero por la multinacional Universal. Sorprende que a esta edad aún exista inquietud por parte de un sello en publicar un disco de un veterano, pero cabe imaginar que la celebración de esos 50 años transcurridos desde la creación de The Animals sean un aliciente que se suma a las gratas impresiones que los ejecutivos han tenido que percibir tras la escucha del nuevo álbum de Eric Victor Burdon.

También resulta paradójico que Burdon se haya animado con un nuevo disco, pues, tras su paso por Bilbo el 20 de julio de 2011, manifestó que no creía en la industria discográfica ni en el compacto, que no le gustaba nada en lo que se había convertido el negocio de la música.

Con todo, Burdon no regresa con un ladrillo a la búsqueda del apoyo ambiental que creará esos 50 años de The Animals; «`Til your river runs dry» es un disco descomunal de ritmo y blues muy caliente. Burdon vive en el desierto californiano desde hace mucho tiempo, afirma que el clima es bueno para su salud, pero el disco suena a puro ritmo y blues de Nueva Orleans. Destacan guitarras y piano pero, sobre todo, unas soberbias composiciones y arreglos de una seriedad que nos deja perplejos.

El agua

El álbum se inicia con «Water»; la canción es un hit. Bruce Springsteen admitió el año pasado en público su admiración por Burdon. Curiosamente «Water» podría ser uno de los temas de éxito de Bruce, pero también de Neil Young. La canción trata de concienciar sobre el mal uso del agua y su escasez. Al respecto, Burdon cuenta que estando en Alemania (posiblemente el país donde más éxito ha tenido siempre) trabajando para una televisión, terminó en una fiesta en el edificio de Volkswagen. Allí, en el restaurante, vio a Mikhail Gorbachev, lo tenía al lado. Pensó que estaba a unos metros de una de las personas que habían cambiado el mundo moderno. Tras las presentaciones, le preguntó que «cuál creía él que podría ser el gran problema del mundo en el futuro». Gorbachev le contestó que «el agua», y desde ese momento Burdon quiso concienciar a la gente sobre este problema.

En «Memorial day», otra de las canciones más sugerentes, Burdon recuerda a los caídos en las dos guerras mundiales, pero fundamentalmente apunta que busca a los poetas, a los escritores que buscaban la paz incluso desde las trincheras. La canción también se la dedica a los jipis por su espíritu. Se ve que el inglés no olvida sus días en San Francisco, cuando quedó prendado de la sicodelía, las flores y el amor.

En «Bo Diddley special», sabrosa y ardiente canción, el vocalista se impregna del espíritu musical de Diddley. Recuerda que no le conoció personalmente, pero que sí fue invitado a su entierro. Allí mismo se dijo que le dedicaría una canción. Y resultó una composición soberbia.

«Wait» es un corte que Eric le dedica a su esposa. Posee un toque latino. Él se quedó solo, estuvo esperando que viniera el amor, y se le presentó. «Amo a mi mujer y quiero decirle a todo el mundo que espere, que el amor puede llegar».

«River si rising», otro pilar del álbum, es como resucitar a Frank Zappa en Nueva Orleans, pero el corte está dedicado a Fats Domino, del que se dijo que había fallecido al paso del Katrina por la ciudad. «Adoro a Fats Domino», sentencia Burdon.