La desaparición de Caja Navarra
La exigencia de investigar la mala gestión de la CAN crece
Más de 5.000 personas, entre ellas representantes de toda la oposición, marcharon ayer para pedir que se investigue la mala gestión que supuso la descapitalización y deslocalización de la CAN
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
En respuesta al llamamiento de socios de Kontuz, más de 5.000 personas salieron ayer a la calle en una tarde de frío y lluvia. La protesta, que arrancó desde los cines Golem, llevaba por lema «Queremos saber la verdad, caiga quien caiga». La protesta acabó en la Plaza del Castillo con un nuevo emplazamiento a concentrarse el martes, cuando la presidenta, Yolanda Barcina, comparezca en el Parlamento.
La protesta recabó el apoyo por parte de todos los partidos de la oposición, aunque del PSN solo acudieron los críticos. Además, sindicatos como ELA y LAB respaldaron la marcha, así como un sinfín de organizaciones de corte social. Así, la protesta fue una de las más grandes de las últimas fechas (en Iruñea el año pasado, tan solo las huelgas y la protesta de Nafarroa Bizirik superaron a la manifestación de ayer en cuanto a cifras). La Policía Municipal rebajó la asistencia a 4.500 personas, pero el recuento de GARA deja claro que no fueron menos de 5.000. Además, las dimensiones de la manifestación fueron considerables. Cuando la cabecera se encontraba a la altura del Edificio Singular, la cola apenas había avanzado cien metros desde el punto de salida.
Patxi Zamora, portavoz de Kontuz, afirmó que Nafarroa necesita cambiar de raíz a su clase política. «Solo quiero recordar que ya hemos llevado a los tribunales a cuatro presidentes navarros», aseguró Zamora, que calificó también como un gran éxito la convocatoria. Actualmente, Kontuz ha iniciado un proceso judicial contra Miguel Sanz por tres delitos societarios y uno más de prevaricación por omisión ante el Juzgado Número 3 de la Audiencia de Iruñea, que ya ha abierto diligencias ante las pruebas presentadas. Por otro lado, ha denunciado ante la Fiscalía de Nafarroa a Yolanda Barcina por uso de información privilegiada por adquirir, junto con otros socios, varias sedes de la CAN cuando la entidad no contaba con liquidez suficiente. Kontuz también llevó a los tribunales a los expresidentes corruptos navarros del PSN: Javier Otano y Gabriel Urralburu.
La apertura de estos procesos (así como su personación como acusación particular en el «caso Asiáin-Cervera») está generando gastos a la veterana asociación de consumidores y usuarios, que debe afrontar fianzas. Ayer, aprovechó para recoger fondos y recordar que hay una cuenta a la que hacer donativos y que se puede contactar con ellos a través de su página web.
A juicio de Zamora, Kontuz ha conseguido «unir como nunca se ha visto desde hace tiempo a personas de procedencias tan distintas, desde el 15M hasta sectores del PSN, EH Bildu, Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra, sindicatos y movimientos sociales».
Tras conseguir que el consejero de Políticas Sociales, Jesús Pejenaute, dimitiera por los cambios de billetes de 500 euros y, sobre todo, a raíz de las denuncias a Sanz y Barcina, UPN lanzó una campaña de desprestigio hacia Kontuz, afirmando que estaba a las órdenes de Batasuna. La protesta de ayer evidenció que la campaña de descrédito no ha tenido el fruto que Barcina esperaba.
El bloqueo del PSN se tambalea
Uno de los hechos más destacables fue la presencia de miembros del sector crítico del PSN, encabezados por Ainhoa Aznárez, en la protesta. El PSN ha unido ya en dos ocasiones sus votos a los de UPN para impedir que el Parlamento cree una comisión de investigación para aclarar los detalles de la extinción de Caja Navarra. Junto a Aznárez, se dejaron ver también a miembros del Comité Regional, como David Erice, Javier Álvarez y Lourdes Montero.
«Estoy aquí porque también reivindico transparencia. Lo hago en la calle, pero también internamente dentro del partido», dijo Aznárez. La crítica explicó que están recabando firmas entre la militancia y los simpatizantes del partido para que se acabe el veto a la comisión de investigación parlamentaria. «Necesitamos la comisión para ver qué ha pasado con ese dinero que tanta gente teníamos en Caja Navarra y que ha desaparecido, no sabiendo a dónde ha ido y por qué se han hecho tan mal las gestiones de la CAN». En este punto, Aznárez recordó que el día 16 se reúne el Comité Regional y que se volverá a plantear este asunto.
Precisamente, esta comisión era una de las reivindicaciones más inmediatas de Kontuz. En anteriores procesos, como el de Urralburu o el de Otano, las indagaciones de las comisiones de investigación parlamentarias han aportado información trascendental para los jueces. Pese a ello, Barcina se niega ahora a crear una bajo la excusa de que el proceso ya está judicializado. A lo único que han accedido Barcina y el PSN es a que responsables del Consejo de Administración de la caja acudan al Parlamento en comparecencias ordinarias. La diferencia entre esta especie de «comisión blanda» y otra investigadora es que, en la segunda, quienes comparecen tienen la obligación de responder a todo lo que se les pregunte y pueden ser castigados si mienten a los parlamentarios. La asociación Kontuz abrirá las comparecencias de esta «comisión blanda» el miércoles. El último director de CAN será otro compareciente.
EH Bildu realizó declaraciones antes del inicio de la manifestación. En esta ocasión, fue Patxi Zabaleta quien afirmó que «los navarros tienen derecho a saber la verdad sobre lo ocurrido en Caja Navarra» y volvió a insistir en que la labor del Parlamento puede ser crucial para aclarar lo sucedido.
Durante la marcha se corearon lemas como «Ni Bárcenas ni Barcinas», «UPN Kanpora» o «No hay pan para tanto chorizo». También hubo gente que reclamó que se vuelvan a celebrar elecciones. Finalmente, la lectura del discurso recayó en la periodista Pili Yoldi y el escritor Miguel Sánchez-Ostiz.
Sánchez-Ostiz denunció que los gestores de la CAN, tanto los políticos como los técnicos, «se beneficiaron de forma indecorosa de esos cargos». Aseguró que a lo que realmente tienen miedo es a que «la gente descubra cómo se maneja esta comunidad» y que hay que saber diferenciar entre lo legal y lo justo. Por todo ello, sostuvo que «querer saber lo ocurrido en la CAN se queda corto». Sánchez-Ostiz proclamó: «Ya basta de impunidad. Ha llegado la hora de tener información veraz». También replicó a Barcina que no es la gente la que está generando inestabilidad, sino los políticos con su gestión opaca.